El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, recibirá hoy a la noche a los integrantes de la Mesa de Enlace. Los presidentes de las entidades habían pedido la semana pasada una audiencia con Cristina Fernández de Kirchner por el cierre de las exportaciones de carne. El Gobierno negó que hubiera bloqueado las ventas, pero igual recibirá a los ruralistas, quienes llevarán una serie de propuestas para introducir cambios en la política agropecuaria oficial.

El titular de Coninagro, Carlos Garetto, había puesto en duda el jueves la asistencia de los presidentes porque éstos esperaban que los recibiera Cristina Fernández, pero finalmente confirmaron su asistencia. De hecho, el propio Garetto sostuvo ayer que “es un funcionario con buenas intenciones para distender la situación y para disminuir el estado de conflictividad existente entre el sector y el Gobierno”. La cita será a las 20 horas en la sede del Ministerio de Agricultura.

Para impulsar una baja del precio de la carne, propondrán la eliminación temporal del IVA para los cortes populares. De ese modo, buscan evitar que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, siga poniendo trabas a las exportaciones. El presidente de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati, sostuvo ayer que “esperamos que, ante la evidencia de la escasez de carne –producto de las nefastas políticas del Gobierno– y del cierre de las exportaciones, la de mañana (por hoy) no sea una reunión más. Queremos presentar soluciones y evitar el perjuicio que están sufriendo tanto los consumidores como los productores”.

Es difícil que el Gobierno acceda a bajar el IVA porque de ese modo estaría resignando recaudación fiscal sólo para no tener que afectar la rentabilidad extraordinaria que están obteniendo actualmente los ganaderos. Ayer el especialista en economía ganadera, Ignacio Iriarte, reconoció que el sector atraviesa un momento espectacular a nivel de precios. “Si no hubiese surgido esta ‘rabieta’ de Moreno, es probable que los exportadores hubiesen seguido exportando cada vez menos, porque el precio del mercado interno es más conveniente. Estamos por encima de la cotización internacional”, afirmó. De hecho, en los últimos tres meses el precio promedio de la hacienda en pie subió más de 50 por ciento que, en parte, se trasladó al mostrador de las carnicerías.

Más allá de las propuestas coyunturales para tratar de forzar una baja de los precios, el foco también estará puesto en las medidas que deberían tomarse para garantizar una recuperación del stock, que fue afectado por la sequía. “Se necesita certidumbre y previsibilidad para generar mayor producción en el largo plazo”, subrayó Biolcati, quien apuesta al libre juego de la oferta y la demanda. Antes de que estallara el conflicto por la suba del precio de la carne, Domínguez estaba definiendo los últimos detalles de un nuevo plan ganadero, a través del cual buscaba generar incentivos para los productores, iniciativa que podría reflotar en el encuentro.

Además de analizar el mercado de la carne, los ruralistas también cuestionarán la política oficial para el trigo, pues afirman que, pese a las reiteradas promesas oficiales, no reciben el precio pleno por su producción. En este caso, los empresarios siguen agitando el fantasma sobre una inminente importación del cereal si no se revierten las condiciones de mercado. Acusan a los exportadores y a los molinos de incumplir los acuerdos.