La economía volvió a crecer fuerte en enero, con un alza interanual de 4,9 por ciento. Frente a diciembre, la suba fue de 0,4. Los datos surgen del Estimador Mensual de Actividad Económica que publica el Indec. El impulso provino desde la actividad industrial, por la venta de bienes de consumo durables en el mercado interno y a través de las exportaciones, para lo cual la demanda brasileña cumplió un papel relevante. En cambio, las actividades agropecuarias registraron el impacto de la sequía, con lo que en general su producción disminuyó. Para explicar el alza mensual en enero también fue clave el turismo.

Según los datos oficiales, el repunte comenzó de forma inequívoca en noviembre, cuando el alza fue de 2,4. La suba continuó en diciembre (4,8) y la tendencia se mantuvo en enero. Los datos comienzan a delinear una curva de ascenso que permite ir dejando atrás el impacto de la crisis internacional en materia de crecimiento. De hecho, el propio ministro de Economía, Amado Boudou, adelantó que prevé un crecimiento de 3,5 para el año, una suba bastante mayor al 2,5 estimado en el presupuesto.

En enero, el mayor impulso a la economía provino de la industria manufacturera, cuyo crecimiento fue de 5,4 por ciento en forma interanual. El mejor desempeño lo tuvo el sector automotor, que subió 66,7. También se destacaron las industrias metálicas básicas (13,5) y la industria química (2,8). “Para explicar el rebote industrial es determinante la recuperación del consumo de bie-nes durables”, explicó a Página/12 Mariano Lamothe, de la consultora Abeceb.com. Para entender la mejora en la economía también consideró la buena temporada turística y la recuperación de la construcción en el sector privado.

Además del consumo interno, la demanda externa también potenció la suba de la economía. La exportación de manufacturas de origen industrial creció un 42 por ciento, pero en cantidades el avance llegó al 81 por ciento. Los rubros que más se destacaron fueron material de transporte terrestre, que creció 151 por ciento; productos químicos (60), metales preciosos, monedas y piedras (138) y materias plásticas y sus manufacturas (29). También avanzaron combustibles y energía (27) y los productos primarios (5).

En cambio, la producción agropecuaria tuvo un flojo desempeño. En enero, la molienda de cereales y oleaginosas cayó 13,8, mientras que lácteos y carnes rojas bajaron ambas 4,5. De hecho, la exportación de manufacturas de origen agropecuario retrocedió 16 por ciento en cantidades. Sin embargo, los analistas privados coinciden en que el repunte del agro comenzará en el segundo trimestre, “cuando entre el grueso de la cosecha”.

Otro factor que viene explicando el avance en la economía es la suba del gasto público, que apuntaló la demanda durante 2009. Por detrás corre el consumo privado, dinamizado en parte por la asignación universal por hijo. En cambio, la inversión se encuentra más rezagada. Desde el frente externo se destaca la demanda brasileña, que subió 64 por ciento interanual y representa casi un cuarto de las ventas externas.

Desde las consultoras privadas advierten que la mejora en la actividad económica de enero puede ser aún mayor que la que registra el Indec. No es que el organismo oficial sea más pesimista respecto de la marcha de la economía, sino que los analistas entienden que como el Indec subestimó el frenazo de 2009, el alza que calcula para 2010 resulta también subestimada. Un reflejo de esto está en el cálculo de actividad industrial de la UIA, que superó al EMI que publica el Indec en 6 décimas.