“La Argentina necesita un banco de desarrollo”, aseguró ayer el ministro de Economía, Amado Boudou, durante un seminario organizado por su cartera y el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). “Ojalá pronto tengamos ese banco que estamos esperando”, agregó, antes de argumentar en favor de la creación de esa dependencia. La idea está dando vueltas en el Gobierno desde hace tiempo, aunque por una u otra razón nunca la pudo llevar a la práctica. En esta oportunidad no parece ser distinto. Las tensiones políticas con la oposición desalientan al Poder Ejecutivo a presentar un proyecto de ley –que ya tiene redactado– para conformar la entidad. “Se requiere mucho consenso, acuerdo con las provincias y con la oposición sobre qué iniciativas financiar, con qué esquema, cómo se integra el directorio, y todo ello requiere una tranquilidad política que lamentablemente hoy no tenemos”, admitió una alta fuente oficial a Página/12.

Pese a ello, el Gobierno busca avanzar por canales alternativos con el mismo objetivo de financiar a la producción a largo plazo. Ese fue el tema central del seminario de ayer, que contó con la presencia, además de Boudou, de los jefes de los tres organismos que vienen cumpliendo ese papel: la Anses, a cargo de Diego Bossio; el BICE, comandado por Mauro Alem, y el Banco Nación, que encabeza Juan Carlos Fábrega. En el primer caso, el ente de la seguridad social multiplicó por ocho el financiamiento a proyectos productivos y obras de infraestructura respecto del dinero que invertían las AFJP cuando administraban los aportes previsionales. Bossio puntualizó, por ejemplo, que la Anses financia el 20 por ciento de las obras en generación eléctrica.

La cartera del BICE, por su parte, viene creciendo a un ritmo de 25 por ciento por año desde 2005 a la fecha. La expansión fue de dos veces y media. En la actualidad el stock de préstamos llega a 1500 millones de pesos. Alem comentó a este diario que la entidad está buscando distintos mecanismos de fondeo para seguir elevando el financiamiento. Uno de ellos es la reinversión de utilidades, que el banco aplicará este año por primera vez en su historia. Son 200 millones de pesos que el Ministerio de Economía le permitió utilizar para la concesión de nuevos préstamos. El funcionario apuntó que seguramente después del canje de deuda, el BICE podrá conseguir financiamiento en los mercados externos.

Boudou, en tanto, afirmó que “este es un buen momento para plantar la semilla de un banco de desarrollo porque hay crecimiento económico y superávit comercial y fiscal”. No obstante, no avanzó en ningún anuncio sobre la creación de la entidad, ya que el Gobierno –como se indicó al comienzo– no lo considera posible en el actual escenario político.