La Asociación Empresaria Argentina (AEA), una entidad que reúne a los directivos de las compañías más grandes del país, no está de parabienes. Ya son cuatro las compañías que decidieron renunciar a esta entidad. Ayer presentaron su dimisión SanCor y Petrobras, mientras que días atrás lo habían hecho Gas Natural Ban y Trenes de Buenos Aires (TBA). Los representantes de AEA y otros sectores industriales atribuyeron estos movimientos a las presiones del Ejecutivo para que los empresarios quiten su apoyo a la entidad. Todas las renuncias ocurrieron después de un encuentro que mantuvieron los principales dirigentes de AEA –Héctor Magnetto (Clarín), Luis Pagani (Arcor), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó) y Paolo Rocca (Techint)– con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, para hablar supuestamente de “temas institucionales”, como lo informó el propio cortesano en el sitio web del Servicio de Información Judicial. De todas maneras, con Magnetto allí presente, las interpretaciones del Ejecutivo recayeron sobre un posible lobby corporativo por la ley de medios, que ya está en manos de la Corte.

SanCor y Petrobras se sumaron a la lista de compañías que renunciaron a su participación dentro de AEA, entidad presidida por Jaime Campos. “El Consejo de Administración resolvió en la última reunión renunciar a esta institución. Luego de un exhaustivo análisis integral de nuestra participación en diversas instituciones, se determinó continuar únicamente en aquellas que están directamente ligadas con el desarrollo de nuestras actividades”, señaló SanCor en la carta remitida a Campos. Por su parte, Petrobras remitió un mensaje similar, firmado por el gerente de Relaciones con el Gobierno, Alberto Javier Saggese.

“Las presiones del Gobierno existen, incluso desde antes de la reunión con Lorenzetti. Creo que SanCor decidió correrse ya que recibió mucha ayuda del Ejecutivo, sobre todo con los contratos con Venezuela, en un momento donde la compañía lechera estaba en una mala situación. También hay directivos que se vieron beneficiados por las políticas de licencias no automáticas, que quizá dan un paso al costado (por ejemplo TN Platex)”, indicó a Página/12 un empresario que integra la lista de AEA.

En su página web, la entidad destaca que su principal misión es “la elaboración de políticas públicas de interés general”. Sin embargo, en el último tiempo estuvo más emparentada con las críticas hacia el Gobierno que con la redacción de políticas públicas. AEA intentó llevar adelante una fuerte apuesta al querer participar junto a la UIA y la Mesa de Enlace en la elaboración de un documento contra el Gobierno. Para lograr ese objetivo se había organizado un almuerzo en su sede, donde Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural, y Héctor Méndez, presidente de la UIA, pretendieron montar la escena opositora. Sin embargo, fracasaron.

“Había mucha expectativa de que iba a ser un encuentro destituyente y por eso pedimos todas las garantías del caso. Queríamos evitar cualquier comunicado que juzgue la división de poderes”, declararon entonces a este diario los empresarios de la UIA críticos de Méndez.

“AEA no tiene ninguna representación, ahí están los directivos a título personal. Tanto los industriales como los banqueros y los de comercio tienen sus propias cámaras para defender sus intereses. Por eso no se entiende cuál es el rol de AEA, más que la presión política. De todas maneras, con esta jugada el Gobierno pretende aislar lo más posible a Magnetto”, afirmó a Página/12 un alto empresario de la industria alimentaria.