La construcción sigue en su lento camino de recuperación tras la caída que sufrió el año pasado. Según acusa la última medición del Instituto de Estadística y Censos (Indec), creció un 13,1 por ciento en abril respecto del mismo mes del año anterior, dato que apuntala las buenas perspectivas que ven para el sector los empresarios consultados por este diario. Sin embargo, aún falta un trecho para recuperar los niveles que registraba en el 2008 una de las actividades más dinámicas tras la devaluación.

La buena noticia es que en la comparación interanual, los indicadores de coyuntura que elabora el Indec muestran un salto hacia arriba del 13,1 por ciento mes contra mes; o del 9,5 por ciento si se considera íntegro el primer cuatrimestre de este año contra el de 2009. Otro dato auspicioso es cuánto crecieron los insumos básicos del sector, en particular uno que resulta clave para cualquier consideración sobre esta actividad: el cemento, cuyas ventas aumentaron un 7,7 por ciento en relación con abril de 2009. Aquí, un punto clave.

La mayor demanda de cemento es lo que funda las expectativas más optimistas porque, a diferencia de otros bienes, éste no puede stockearse: se compra sólo si se lo va a emplear para una obra ya proyectada o con comienzo de ejecución. De acuerdo con los últimos números del Indec, creció más la venta de otros bienes básicos como pisos y revestimientos (23 por ciento), hierro redondo (16 por ciento) o ladrillos huecos (10,2 por ciento). Pero, según dan fe los constructores, en época inflacionaria muchas veces se suelen anticipar compras de insumos para eludir ajustes de precios. Esto puede confundir acopio con más actividad.

Si la comparación es sólo con marzo, la suerte de la actividad parece otra: la construcción cayó un 3 por ciento en la serie con estacionalidad y un 1,8 por ciento en la desestacionalizada. La superficie a construir –medida por los permisos de edificación para obras privadas en cuarenta y dos municipios– retrocedió un 4,2 por ciento en relación con abril pasado, aunque estuvo un 15 por ciento arriba respecto de marzo. De algún modo, esto último podría augurar un mayor dinamismo para los próximos meses, al menos en las obras que se ejecutan fuera del ámbito público.

El último Informe de la Coyuntura de la Construcción –trabajo privado que toma como base los datos oficiales– resalta que para el promedio marzo-abril “tanto el consumo de cemento como el índice Construya (otro análisis estadístico que elaboran trece empresas importantes del ramo en base a sus propios cómputos) fue el más elevado del que se tenga registro para un segundo bimestre”. Lo que deja en claro que la actividad se está recomponiendo, aunque ese crecimiento resulte de tomar como base para la comparación un mal año, como fue 2009.

Tan revelador como el consumo de cemento para juzgar la salud de esta actividad es el nivel de empleo. Aquel mismo análisis privado sostiene que “el ritmo de caída interanual se estabilizó”, en rigor, porque cae a ritmo menor: en el primer trimestre de 2009 el empleo formal retrocedió más de un 15 por ciento contra el 5,2 que se contrajo en 2010. En marzo pasado, los trabajadores formales de la construcción totalizaban 310 mil en todo el país, por debajo de los 320 mil de promedio del año pasado. O la recuperación es todavía más lenta de lo que sugieren los indicadores públicos o privados, o va ganando espacio la informalidad hasta que las perspectivas del sector sean las de una recuperación sostenida.