“Van a venir inspectores, los vamos a atender, les vamos a dar la documentación, pero no vamos a aceptar retrotraer los precios”, desafió ayer Rosario Sica, titular de la Federación de Expendedores de Combustibles de la República Argentina (Fecra). De esta forma, un sector de las estaciones de servicio se plantó frente a los controles que el Gobierno comenzará a efectuar desde hoy para analizar el nivel de abasto y los precios de los combustibles. A partir de esta revisión y en el marco de la aplicación de la Ley de Abastecimiento, se podría disponer la baja de los valores de algunos productos, aunque esa medida chocaría con la negativa empresarial.

En un proceso paulatino pero persistente, en los últimos meses las principales petroleras del mercado local fueron incrementando los precios de venta de naftas y gasoil. El último retoque lo realizó Shell, cuando el jueves pasado subió tres centavos el litro de súper, desatando la respuesta oficial. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no descartó la posibilidad de aplicar la Ley de Abastecimiento, que prevé la imposición de precios máximos, entre otras cosas. En tanto, desde la Secretaría de Comercio Interior confirmaron que hoy comienza el control a las estaciones de servicio.

Frente a esta situación, Sica manifestó que “van a venir inspectores, los vamos a atender, les vamos a dar la documentación pero no vamos a aceptar retrotraer los precios”, planteando un escenario de potencial conflicto. Además, la empresaria dijo que la intención oficial busca atacar la rentabilidad para reducir el costo de ingreso al mercado de las estaciones de servicio del empresario Cristóbal López, aunque no dio mayores precisiones.