Primero iba a ser una batería de medidas que impactaría sobre los costos de la canasta básica de alimentos, desinflando sus precios. Después se redujo a acuerdos sectoriales, con el mismo objetivo. Finalmente, la primera noticia concreta que el Gobierno dio respecto del tema precios fue que los ministerios de Economía y de la Producción alcanzaron ayer un convenio con una sola empresa. Se trata de La Serenísima, que accedió a retrotraer el aumento de precios de la leche fluida que había impuesto a fines de diciembre, de un 7 por ciento.
Esto ocurrirá a partir del próximo lunes y hasta el 28 de febrero. La compañía, controlada en su parte de lácteos por el grupo Mastellone, precisó que bajará los precios de la leche entera ultrapasteurizada y la parcialmente descremada de sus marcas La Serenísima, Armonía y Fortuna. Esta concesión fue en respuesta a una solicitud del Gobierno, que pretende achicar los costos de la canasta de alimentos. Según la versión oficial, Economía y Producción no ofrecieron nada a cambio. Y no pidieron que se ajustaran los precios de otros productos lácteos por no formar parte de aquella cesta.
El Gobierno realizó este convenio puntual con La Serenísima, pero negocia con otras empresas. A eso se redujo su plan para reducir los precios de carnes, harinas, hortalizas, frutas y demás productos que componen la canasta de alimentos. En el comunicado que emitió Economía cuando comenzó con el tema y sus objetivos eran más amplios, mencionó que operaría sobre el 75 por ciento de los bienes de la canasta.
La última estimación que presentó el Indec sobre cuánto cuesta para una familia tipo comprar los productos indispensables para alimentarse arrojó 326,67 pesos. Esta cifra corresponde a diciembre y fue un 0,6 por ciento más alta que en noviembre. En todo 2002, la canasta subió un 74,9 por ciento. La canasta básica total, en tanto, que incluye bienes y servicios varios, trepó a 718,70 pesos.