El Gobierno descartó cualquier tipo de acercamiento al Fondo Monetario en el marco de un posible acuerdo con el Club de París. “La Argentina no necesita préstamos del Fondo y no acepta sus condicionamientos”, sentenció el ministro de Economía, Amado Boudou. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, reconoció que el Gobierno “mantiene firme” la decisión de llegar a un arreglo con los acreedores del Club de París, pero también rechazó la intervención del organismo multilateral. Los dichos de los funcionarios responden a una publicación del Financial Times que aseveraba que la Argentina estaba lista para aceptar que el Fondo controle sus cuentas públicas, con el objetivo de darle un cierre a la deuda de 7000 millones de dólares que tiene con el Club. La vocera del FMI, Caroline Atkinson, coincidió en que “no hay prevista una misión” del Fondo al país.

“El objetivo está planteado en resolver el tema con el Club de París y habrá que encontrar una alternativa que nos interese a todos”, definió Fernández. El jefe de ministros explicó que el Gobierno estudia la “mejor manera” de pagar lo adeudado y “eventualmente cómo se resuelve el tema de la pretensión de revisar conforme al artículo 4º del FMI, lo que no estamos dispuestos”. “Para eso le pagamos todo lo que le debíamos al Fondo”, agregó. Fernández remarcó que “la vocación de este Gobierno fue desendeudarse”. “Arrancó con 161 por ciento de la deuda sobre Producto Bruto Interno y hoy tenemos, quitando lo público, 31,7 por ciento del PBI”, definió.

El pedido de algunos países de ese grupo de acreedores de que intervenga el Fondo en la negociación es lo que mantiene hace tiempo trabado el acuerdo. Es así que, previo a la crisis internacional, el Gobierno incluso barajó la posibilidad de hacer un pago en efectivo, con el uso de reservas internacionales de libre disponibilidad. En esa oportunidad no recibió críticas de la oposición, como sí cuando dispuso la creación del Fondo del Bicentenario y el de Desendeudamiento, sucesivamente. Con la crisis internacional, el pago con reservas quedó descartado y el ministro Boudou se encargó de aclarar que ahora no habría una cancelación en efectivo.

El Articulo IV, en tanto, se trata de una recopilación de los principales datos macroeconómicos de los países, aunque también contempla un pronóstico de cómo ven la economía. En los últimos informes el FMI había hecho cuestionamientos a la credibilidad del Indec. Al respecto, Boudou dijo que “hay que dejar en claro que no es el Indec ni el Gobierno quien sube los precios”. “Si hay algún precio que sube es algún empresario, algún comerciante, y allí va a estar el Estado acompañando a la gente para lograr soluciones”, agregó.

“Todos los argentinos saben lo que significó para ellos el monitoreo del FMI. A la Argentina le fue muy mal cuando el Fondo tuvo injerencia en su economía”, dijo anteanoche Boudou. El ministro explicó que la Argentina forma parte del Fondo, pero lo hace “llevando su voz para que el Fondo se siga transformando”. Según argumentó, el país “no necesita” préstamos del organismo para financiar el desarrollo de sus políticas y pronosticó que este año “van a crecer el campo y la industria”. Atkinson, vocera del FMI, reconoció que “hay contactos regulares” con las autoridades argentinas, pero “no está prevista una misión del FMI”.