El ministro de Economía, Amado Boudou, aseguró ayer que la estabilidad del dólar está asegurada por el superávit comercial. El funcionario estimó que habrá un excedente de 11 mil millones de dólares este año, lo que permitirá cumplir ese objetivo. Además, defendió las políticas orientadas hacia el “mercado interno” y la “producción nacional”. Los dichos del ministro marcaron un contrapunto con recomendaciones que ayer mismo formularon economistas ortodoxos, quienes reclamaron una política monetaria contractiva para “frenar la inflación”. De todos modos, esos analistas reconocieron que el país continuará el año próximo en la senda de crecimiento.

Por estos días volvió el debate sobre la necesidad de enfriar la economía, algo que defienden economistas del establishment financiero y del conglomerado político opositor al Gobierno. Para justificarlo, alertaron sobre la posibilidad de un recalentamiento de precios y tensiones en el mercado cambiario.

Por el lado empresario, se supo que la semana próxima volverán a reunirse los responsables de las principales entidades enroladas en el denominado Grupo de los Siete, quienes harían un análisis del proyecto de la CGT para que los trabajadores participen de las ganancias de las empresas.

El Gobierno, en tanto, aseguró que no modificará su política expansiva. “Para 2010 esperamos un superávit comercial por encima de los 11 mil millones de dólares y esto nos garantiza no tener problemas para mantener un dólar administrado con suavidad”, dijo Boudou. Despejó así la posibilidad de que existan oscilaciones bruscas en la plaza cambiaria. El ministro brindó un discurso en la localidad bonaerense de Florencio Varela, junto a autoridades municipales e industriales de la zona. El principal ingreso de divisas proviene de las exportaciones agropecuarias. La certificación de granos en lo que va del año superó en más de tres millones el registro de todo 2009, según confirmó la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).

Economistas y empresarios, reunidos ayer en un seminario de la Fundación Mediterránea –la misma que auspició el surgimiento de Domingo Cavallo–, advirtieron sobre riesgos de inflación y falta de inversión. El ex presidente del Banco Central Javier González Fraga acusó al Gobierno de “recalentar la economía” y criticó que la política monetaria no sea “contractiva”. El economista Orlando Ferreres señaló un excesivo crecimiento de los medios de pago –circulante y cuentas a la vista–. De todos modos, ambos aseguraron que el crecimiento continuará el año próximo.