ECONOMíA
› HABRA UN DOLAR PARALELO PARA LO NO AUTORIZADO
Cambio libre, ma non troppo
› Por Julio Nudler
Tan pronto se levante el feriado cambiario, en principio el miércoles, el peso comenzará a flotar en un mercado teóricamente libre, en el que intervendrá el Banco Central, sin anuncio previo, para ir regulando la cotización del dólar. Se tratará, por tanto, de una flotación sucia, respecto de la cual no se estableció aún pauta alguna. Esto significa que la paridad oficial de $ 1,40 por dólar pasó a mejor vida, prestando su último servicio en la pesificación de los depósitos bancarios. Se termina así el criticado desdoblamiento del circuito cambiario en uno oficial y otro libre, particularmente mal visto por el Fondo Monetario. Sin embargo, habrá necesariamente un mercado paralelo, dado que numerosas operaciones requerirán autorización previa del BCRA para poder ser cursadas por el libre. Lo que busca la conducción económica es filtrar las remesas financieras, como el giro de utilidades, intereses o regalías al exterior, para ir permitiéndolas en la medida en que el precio del dólar no se desboque.
Jorge Remes Lenicov aparentó mucha tranquilidad al anunciar este salto al vacío, aseverando que cuenta con 14 mil millones de dólares en las reservas, y que toda la circulación monetaria en pesos no alcanza para comprarlas. Pero la flexibilización del corralito añadirá más fondos con los que demandar dólares. Además, Remes dijo aguardar un superávit comercial de 12 mil millones de dólares para este año, enorme excedente sólo alcanzable en condiciones de profunda depresión económica. Además será necesario que queden superadas las serias restricciones crediticias que están bloqueando hasta ahora al comercio exterior.
Así como en su discurso tuvo frases conciliadoras hacia el establishment financiero, buscando compensar los ataques retóricos que le dirigiera el presidente Duhalde, también resaltó que los controles de cambios sobre las remesas financieras serán provisorios. “Vamos a la libertad total”, aseveró. Lo haría tan pronto cuente con apoyo internacional para su programa.
Después de reconocer que “nadie come de la macroeconomía”, esbozó, además de la política cambiaria, algunas pautas monetarias y fiscales muy difíciles de digerir. Según él, el Central sólo emitirá 3500 millones de pesos este año, y de ellos apenas mil millones irán para el Tesoro. Si éste necesitase más fondos para solventar sus gastos debería ingeniárselas para conseguirlos, o cercenar partidas. Economía cuenta con reducir un 70 por ciento el déficit público respecto de 2001, y esto en el contexto de tremendas caídas mensuales en la recaudación tributaria. Todo indica que, una vez más, habrá clamorosos desvíos en las metas y el intento de imponer una durísima estrategia de ajuste en medio de la depresión y la resistencia social.