La decisión del gobierno brasileño de duplicar el impuesto sobre los flujos de capitales extranjeros con destino a la inversión en títulos públicos, letras u obligaciones negociables no tuvo impacto inmediato, ya que el real volvió a apreciarse en la jornada de ayer. El ministro de Hacienda, Guido Mantega, anunció que el Impuesto a las Operaciones Financieras para capital especulativo del exterior aumentó del 2 al 4 por ciento, con el objetivo de desincentivar el flujo de divisas y frenar la erosión en la competitividad que viene sufriendo la moneda del país vecino.

Sin embargo, Brasil es concebido por el capital financiero como una de las vedettes mundial, por lo que esa iniciativa no tuvo impacto inmediato y el real cerró ayer con una apreciación de 1,1 por ciento, al ubicarse en 1,673 real por dólar. Bajo la misma sintonía, el índice Bovespa creció 1,2 por ciento. En el plano local, las reservas marcaron un nuevo record, llegando a 51.392 millones de dólares.

La apreciación del real ya tiene efectos concretos sobre la balanza comercial brasileña, que pasó a ser deficitaria luego de varios años de superávit. Entre los industriales existe preocupación por la presión de las importaciones chinas, que han crecido exponencialmente. El real se apreció el año pasado 32,7 por ciento respecto del dólar, con lo cual recuperó las pérdidas de 23,2 por ciento sufridas en 2008. Esta situación en términos comerciales beneficia a la Argentina, ya que le permite mantener la competitividad del peso a pesar de la apreciación de la moneda local frente al dólar.

En la city porteña, el MerVal ganó 1,6 por ciento y marcó un nuevo record histórico, alcanzando los 2666 puntos. En el mercado de bonos también se registraron alzas. El Par en dólares con ley local avanzó 1,5 por ciento, mientras que el Cupón PBI en pesos lo hizo en 3,1 por ciento. En tanto, el dólar cerró plano, a 3,98 pesos para la venta.