ECONOMíA › EL RESPONSABLE DEL ORGANISMO PARA AMéRICA LATINA LES RECLAMó A LOS PAíSES SUDAMERICANOS QUE ENFRíEN SUS ECONOMíAS
“El desafío inmediato es asegurar que la situación no se recaliente demasiado y estar alerta ante posibles excesos”, sostuvo Nicolás Eyzaguirre, quien hoy se reunirá con el ministro de Economía, Amado Boudou.
Fiel a su estilo, el Fondo Monetario volvió a pedir ayer ajuste fiscal. En este caso, aconsejó a los países sudamericanos que retiren los paquetes de estímulo lanzados durante la crisis. “El desafío inmediato es asegurar que la situación no se recaliente demasiado y estar alerta ante posibles excesos”, sostuvo Nicolás Eyzaguirre, responsable del FMI para América latina, en la inauguración de la asamblea anual del organismo. Este funcionario se reunirá hoy con el ministro de Economía, Amado Boudou. El encuentro se realiza tras declaraciones cruzadas en las que representantes del FMI amenazaron al país con sanciones de no aceptar la auditoría del organismo. Sin embargo, el directivo del Fondo auguró que la reunión será “muy grata y, seguro, muy positiva”.
El directivo afirmó en conferencia de prensa que “las conversaciones con las autoridades argentinas, incluyendo las que se realizan a través de sus representantes en la silla del Cono Sur, son fluidas y constantes”. Al ser consultado sobre la decisión del gobierno argentino de cancelar vencimientos de deuda con reservas en poder del Banco Central y la posibilidad de que la iniciativa sea emulada por otros países, opinó: “Hay que insertar esa posibilidad. No hay una receta única, es un tema que se puede mirar”.
Eyzaguirre presentó un relevamiento de los datos económicos para América de Sur. El directivo destacó en su exposición el elevado ritmo de crecimiento de los países de la región, a partir de una fuerte recuperación de la demanda doméstica. No obstante, el representante del Fondo consideró que ahora esa demanda debe ser moderada para evitar un sobrecalentamiento de la economía que derive en problemas con la inflación. También reconoció que el crédito recobró fluidez en América latina, aunque alertó sobre la posibilidad de que tengan lugar “excesos financieros”. A pesar de las inevitables recomendaciones, el diagnóstico sobre la región fue positivo. “Ha estado a la altura de las circunstancias”, dijo.
En sus elogios para América latina, Eyzaguirre destacó el desempeño de la región frente a la denominada “guerra de divisas”. La mayoría de los países permitió leves ajustes de sus divisas tras la crisis, lo que permitió que recuperaran la depreciación que experimentaron en el momento del desplome financiero. “La región está predicando con el ejemplo”, sentenció.
Lo llamativo de la presentación del chileno fue su defensa al control de capitales. El FMI siempre se manifestó contrario a este tipo de límites e incluso llegó a proponer antes de la crisis una liberalización mundial de los mercados financieros. “Es posible que necesitemos factores adicionales de mitigación de la velocidad de nuestras economías además de la normalización de la política fiscal y monetaria”, reconoció Eyzaguirre ayer. Sostuvo que el impuesto sobre los flujos financieros, que Brasil fijó inicialmente en el 2 por ciento y esta semana aumentó al 4 por ciento, “podría ser una posible alternativa de regulaciones macroprudenciales”. Estos controles también son utilizados en la Argentina, a pesar de las presiones que desde la Bolsa porteña se realizan para que se levanten.
El directivo insistió en que mientras la actividad siga siendo débil en los países desarrollados y las tasas de interés bajas, en algunos casos próximas a cero –como en Estados Unidos y la Eurozona–, el capital continuará dirigiéndose hacia regiones que ofrecen mayor rentabilidad como América latina. Si ese exceso de liquidez global sigue desembarcando en la región, las divisas podrían apreciarse demasiado, alertó.
“Ahora reconoce que los países emergentes enfrentan ingreso de capitales financieros pero frente a esta situación sugiere que sea el mercado el que determine el tipo de cambio”, criticó la presidenta del Banco Central argentino, Mercedes Marcó del Pont. La funcionaria, que integra el equipo económico que viajó a Washington para el encuentro, se sumó a otros (ver aparte) que también expresaron su rechazo a las declaraciones que realizaron algunos directivos del organismo contra la Argentina. El vicejefe del FMI, John Lipsky, deslizó que el país podría sufrir sanciones si no permite las auditorías de sus cuentas.
La última revisión, dispuesta en el artículo IV, se realizó en septiembre de 2006. A partir de que el país abonara en efectivo y de manera anticipada todo lo adeudado al Fondo, el Gobierno rechazó cualquier tipo de injerencia en la política económica doméstica. En esa línea, a fin de mes la Argentina entregará sus indicadores del sistema financiero en el marco del G-20 en vez de ser girado al FMI. “Está en todo su derecho soberano”, opinó Eyzaguirre. “La presentación en el G-20 ya es un paso en la dirección correcta, dado que es un grupo importante de países que se da sus propias reglas”, concluyó.
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