El Gobierno apeló ayer ante la Justicia un fallo que habilitó a la empresa petrolera Shell a aumentar los precios de sus naftas luego de que la Secretaría de Comercio intentara frenar dichos incrementos a través de una resolución. El escrito fue presentado ante la Sala V de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal –el mismo fuero que habilitó a Shell– por los representantes letrados del secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Esta nueva puja entre la petrolera y el Ejecutivo comenzó el pasado 31 de julio, cuando la compañía decidió aumentar sus naftas súper a 3,969 pesos por litro. Con ese incremento, Shell completaba una suba semestral del 22 por ciento para las naftas comunes, mientras que la nafta Premium había aumentado un 29,5 por ciento. Si bien el resto de las petroleras, como YPF y Petrobras, también habían aplicado incrementos del orden del 20 por ciento, la resolución de Comercio Interior obligaba a retrotraer los precios al 31 de julio, por lo que sólo se afectaba a la empresa Shell.

El Ministerio de Economía presentó la apelación ante la Sala V compuesta por los jueces Pablo Gallegos Fedriani, Jorge Alemany y Guillermo Treacy, quienes en un fallo dividido habían concedido la medida cautelar a Shell.

En los primeros días de agosto, la compañía angloholandesa aumentó los precios de la nafta súper. Inmediatamente, la Secretaría de Comercio firmó la Resolución 295/2010, por lo cual retrotrajo los precios de los combustibles líquidos. La empresa apeló la medida y tuvo un fallo adverso en la primera instancia. Sin embargo, tras la apelación empresaria, la Sala V le dio la razón.

“El objetivo encubierto de la resolución consistía en regular todas las decisiones comerciales de la compañía, con violación de las normas de jerarquía superior”, argumentó la petrolera. En lo que fue un fallo dividido, los jueces Fedriani y Alemany habían manifestado que “el congelamiento de los precios no permite reflejar adecuadamente la evolución de los costos propios de la industria y el comercio de los productos en cuestión y, en consecuencia, alcanza bastante entidad para comprometer el razonable margen de utilidad al que la actora tiene derecho en virtud del régimen propio que rige su actividad”. También habían cuestionado la aplicación de la ley de abastecimiento.

“Los que aumentan los precios se manejan a su antojo, protegidos por la Justicia cautelar, que siempre falla contra el Estado. Siempre contra vos, que tendrás que pagar el precio de la nafta que Shell quiera”, había manifestado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tras conocerse el fallo. Por su parte, el juez Treacy, cuyo voto fue en contra de la medida cautelar, había señalado en el fallo que la Secretaría de Comercio sí tiene potestad para abordar el cumplimiento de la Ley de Abastecimiento y que los argumentos de la petrolera sobre una regulación implícita del mercado no tienen “suficiente asidero”. Con estos mismos argumentos, ahora el Gobierno formalizó su apelación ante el mismo tribunal.

La Ley de Abastecimiento está vigente desde 1974 y le permite al Ejecutivo establecer precios mínimos y máximos, obligar a las empresas a que produzcan acorde con las necesidades del mercado interno y eventualmente prohibir o restringir las exportaciones.

La puja entre Shell y el Poder Ejecutivo no es nueva. El mayor pico de tensión se vivió en agosto de 2007, cuando la Secretaría de Comercio elevó una demanda penal contra sus directivos por supuesto desabastecimiento de gasoil. También el ex presidente Néstor Kirchner llamó en 2005 a un boicot a los productos de Shell frente a un incremento de precios que el Gobierno juzgó injustificado. De los 117 expedientes en su contra, 45 llegaron a la Justicia, que se expidió en 31 casos y condenó a Shell a pagar multas en ocho. Todas las denuncias fueron por desabastecimiento. En lo que va del año, Shell subió sus precios un 22 por ciento, mientras que la nafta Premium aumentó un 29,5 por ciento. Las demás petroleras también ajustaron sus tarifas: YPF lo hizo en un 20,45 por ciento, mientras que el incremento de Petrobras fue de un 17,65 por ciento.