El resultado de los últimos dos días, con la moneda estadounidense dejando de caer tal como quería el Gobierno, se dio sin necesidad de que el Banco Central lanzara nuevas medidas para liberalizar el mercado cambiario. El dólar volvió a recuperarse. Ayer cerró cuatro centavos por arriba de la jornada anterior, a 3,12 pesos para la compra y 3,18 para la venta. Según los financistas, el tipo de cambio se estabilizará en una banda de entre 3,20 y 3,30 pesos, al menos en el corto plazo. Por lo sucedido ayer existen varios hechos que permiten prever ese escenario, más allá de los movimientos circunstanciales del día a día.
Hubo distintos elementos que ayer jugaron a favor de un dólar más alto que el de comienzos de la semana. Con el correr de las jornadas se sabrá si el cambio de actitud de los financistas da espacio a una modificación en la tendencia del mercado o si, por el contrario, continúa la volatilidad tan poco deseada por el Banco Central. Las claves de lo ocurrido ayer son las siguientes:
- Los grandes operadores –bancos y empresas– se posicionaron en Letras del Banco Central (Lebac) dolarizadas: si bien se emiten en pesos, su cotización está atada a la evolución del tipo de cambio. En la licitación de ayer, los inversores suscribieron mayoritariamente este tipo de Lebac. Es la primera vez que sucede desde que se puso en marcha la operatoria. ¿Por qué pasó? Los inversores tuvieron oportunidad de adquirir dólares, por intermedio de estos títulos, a 3,12 pesos. En total compraron 52,5 millones de dólares, la mayor parte en Letras a 12 días de plazo. Esta suscripción masiva deja entrever que los operadores quisieron aprovechar un dólar barato. En contra de la tendencia de las últimas licitaciones, las suscripciones de Lebac de largo plazo quedaron desiertas. El único tramo en pesos que tuvo éxito fue el de 35 días. Por esta vía, el BC absorbió 67 millones de pesos, más del doble de lo previsto, debido a que los financistas prevén una suba de las tasas de interés en febrero. Por eso no quieren invertir a más de un mes de plazo.
- Otro dato que deja una perspectiva de un dólar más caro fue la escasa liquidación de divisas en la ventanilla del Banco Central. Fueron apenas 6,7 millones, el monto más exiguo desde que el BC implementó los controles cambiarios. En vez de los 3,10 pesos que pagó el Central a los exportadores, éstos prefirieron colocar sus divisas en el mercado a 3,12/3,13. En total, las cerealeras vendieron 23 millones de dólares. La escasa liquidación de las exportadoras infiere que las empresas están reteniendo divisas a la espera de una mejora en el tipo de cambio.
- En la city también se notó una mayor demanda en el denominado “mercado azul” (en la jerga de los financistas se llaman así a las operaciones “en negro”), por montos superiores a los 150 mil dólares mensuales permitidos por el Central. Esta situación hizo que el dólar paralelo cotizara a 3,23 pesos, con una brecha de cinco centavos sobre el minorista oficial. En las últimas semanas, sin demanda de divisas, la brecha era de apenas uno a dos centavos.
- Si bien los organismos repondrán gran parte de los dólares girados, en el mercado influyó la sensible caída de las reservas por los últimos pagos de la deuda. El propio jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, admitió que, por esa sangría, las reservas se encuentran 1000 millones de dólares por debajo al límite recomendable, en torno a los 8150 millones.
Frente a este panorama, la plana mayor del Banco Central puso en el freezer el paquete de medidas liberalizando el mercado cambiario. “Preferimos esperar porque el mercado está operando como queríamos”, comentó una fuente de la entidad monetaria a Página/12. Al mismo tiempo, el vocero rechazó las presiones que están ejerciendo las empresas exportadoras para que se les flexibilice la operatoria. Estas compañías, nucleadas en la cámara del sector (CERA), formularon dos reclamos centrales “para poder mantener al dólar en torno de 3,20 pesos”: más plazopara vender sus divisas en la Argentina y tener el mismo beneficio que los petroleros. Es decir, dejar una parte de la recaudación en dólares fronteras afuera.
Tras el rebote del tipo de cambio y la mayor demanda de divisas, en la city gana consenso un dólar entre 3,20 y 3,30 pesos en el corto plazo, con pronóstico más reservado a medida que se acerquen las elecciones. En el mercado de futuros también se registraron alzas. Para fin de mes, el dólar cotiza a 3,22 pesos mientras que para fin de abril, momento de las elecciones, llega a 3,44.