ECONOMíA
› ENCUENTRO DUHALDE-KRUEGER DESPUES DEL ACUERDO
Economía y zapatos de goma
Duhalde se reunió en Davos con Anne Krueger, la pesadilla del Gobierno durante el último año. Le pidió “comprensión”. Ella respondió que la verdadera negociación será con el próximo presidente.
“Lo peor de la crisis argentina ya pasó”, le dijo ayer Eduardo Duhalde a la vicedirectora del FMI, Anne Krueger, durante la reunión que mantuvieron ayer en Davos, donde se lleva a cabo el tradicional Foro Económico Mundial. El Presidente intentó convencer a la inflexible funcionaria de que la Argentina necesitará la “comprensión” de los organismos internacionales de crédito “por mucho tiempo”. Sin embargo, la inflexible número dos del Fondo aseguró el país “tiene una gran lista de temas pendientes”, y que “el acuerdo firmado es sólo de transición”.
El encuentro tuvo lugar en el lujosísimo hotel Belvedere, donde se aloja el presidente Duhalde, y duró unos 30 minutos. Un día antes, el viernes, el directorio del Fondo Monetario había aprobado finalmente, después de un largo año de espera, un modesto acuerdo que refinancia vencimientos hasta agosto con los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial y BID) por más de 10.000 millones de dólares. Pero que no aporta fondos frescos al país, y ni siquiera dará respiro la próximo gobierno, que deberá a sentarse a negociar con Washington apenas asumido.
Y si alguien contribuyó para que el Fondo no le aflojara la cuerda al gobierno de Duhalde durante el último año, ésa fue Anne Krueger. La economista norteamericana representa a la línea técnica del Fondo, opuesta al acuerdo, que destrabó el Directorio, gracias a la decisión política de los países del G-7 (ver aparte nota del Financial Times).
Según cuenta el corresponsal de Télam, la expectativa que generó la reunión no impidió que Krueger entrara al hotel Belvedere calzando unos anchos zapatos de goma, imprescindibles para caminar por las gélidas veredas de Davos (ver aparte el accidente que sufrió el titular del Banco Central brasileño), saludara al Presidente y se excusara por unos instantes para sacar de una bolsita de plástico unos elegantes zapatos de taco alto que hacían juego con el impecable traje azul con camisa roja que vestía. Todo ante la mirada sorprendida de Duhalde.
Durante la conversación, de la que participó también el presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, Duhalde pidió a la funcionaria una mayor comprensión de la situación argentina. “La intención es dejarle despejado el camino al presidente que viene, con una necesidad de comprensión de los organismos de crédito permanente para con la Argentina por mucho tiempo”, afirmó el Presidente.
El vocero presidencial, Luis Verdi, sostuvo que durante la reunión “no hubo autocríticas ni reproches”. Sin embargo, Krueger se encargó de trasmitir, incluso públicamente, la idea de que lo firmado con Duhalde es “es sólo un programa de transición” y que la verdadera negociación se dará con el nuevo gobierno, “con el que prevemos iniciar el debate de largo plazo”, explicó.
Más aún, sugirió que, mientras tanto, en el corto plazo, “los funcionarios argentinos actuales pueden avanzar incluso por sobre el acuerdo con el FMI. Pueden abordar la reestructuración del sistema bancario, por ejemplo. Garantizar la independencia del Banco Central sería de gran ayuda”, aseguró.
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