El conflicto gremial en Santa Cruz que afecta el funcionamiento de la actividad petrolera en la provincia continúa sin resolverse. A pesar de las negociaciones y las intimaciones formales del Ministerio de Trabajo para que se levanten las medidas de fuerza, la disputa intersindical se profundizó en los últimos días. Si bien la conducción del gremio alcanzó una mejora salarial de 23 por ciento que se introducirá al salario en cinco partes de cinco mil pesos cada una, otro sector cuestiona la legitimidad del acuerdo y reclaman la renuncia del secretario general para realizar así una nueva negociación paritaria. Aunque no afectaría el abastecimiento de combustibles durante Semana Santa, en el sector empresario y el gobierno nacional reconocieron a este diario que la prolongación del paro en los pozos de Caleta Olivia podría generar dificultades en el suministro a comienzos de mayo.

El secretario general del sindicato Petróleo y Gas Privado de Santa Cruz, Héctor Segovia, rechazó ayer al pedido de renuncia que surgió de una masiva asamblea en Cañadón Seco encabezada por el secretario adjunto del gremio, Rubén Retamoso. Para levantar las medidas de fuerza, el sector opositor, impulsado por los delegados de base de los yacimientos del norte de la provincia, reclama volver a negociar los parámetros de la mejora salarial que alcanzó Segovia a comienzos de mes. Los principales concesionarios en la zona son Repsol-YPF, Pan American Energy y Occidental. En esos yacimientos producen entre el 15 y 20 por ciento del crudo nacional. Desde el sector empresario estiman que el conflicto podría generar problemas en el abastecimiento de combustibles en los primeros días de mayo.

El acuerdo salarial que alcanzó Segovia el 1 de abril es insuficiente para Retamoso. Se dispuso un piso donde las empresas pagan cinco sumas fijas por única vez, que no se incorporan al salario, de cinco mil pesos en abril, mayo, agosto, septiembre y noviembre. El convenio que impulsó el Ministerio de Trabajo pretendía asegurar la paz social en la provincia hasta diciembre, cuando terminaría de negociarse el monto definitivo que se incorporaría al salario. Los salarios petroleros se ubican entre los más elevados de la economía, superando los 15 mil pesos.

Las negociaciones en el interior del sindicato están estancadas, la actividad paralizada y la intervención de la cartera laboral no fue suficiente para encauzar hacia una solución el conflicto que ya lleva 22 días. Ayer Segovia, quien tuvo su propio convite de respaldo en Pico Truncado, sostuvo que la continuidad del conflicto responde a los intereses del “intendente de Caleta Olivia, Fernando Cotillo, al ex gobernador Sergio Acevedo, al radicalismo en la figura del candidato Eduardo Costa y los zurdos, que siempre quieren llegar al sindicato por las buenas o las malas”. “Somos respetuosos del orden y la paz social. Hay mucha gente que quiere salir a trabajar. Hoy no estamos de paro, creemos que los compañeros deben deponer la actitud”, insistió Segovia.

Por su parte, el gobernador santacruceño, Daniel Peralta, y el Concejo Deliberante provincial exhortaron a los trabajadores a que levantaran las medidas de fuerza. “Tenemos que recuperar los canales institucionales y normalizar la actividad. Les vuelvo a pedir a los compañeros petroleros que levanten el paro. Esta situación no se puede extender mucho más, ya hizo demasiado daño a las arcas de la provincia y al tejido social”, consideró Peralta.

En el Ministerio de Trabajo donde intentaron establecer distintos canales de diálogo entre las partes, advierten que se trata de un conflicto intrasindical y que sus capacidades para mediar y encauzar una solución son limitadas. La semana pasada la secretaria de Trabajo, Noemí Rial, había considerado que si no se alcanzaba una salida la cartera laboral recurriría a la Justicia para pedir la cancelación de la personería gremial. A su vez, precisó que se levantaría la conciliación obligatoria, dejando a las empresas en libertad de acción.