La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer a la cúpula de la Unión Industrial y adelantó que el Gobierno estudia la instrumentación de una banca de desarrollo. Los popes fabriles arribaron a Casa de Gobierno con algunas inquietudes, entre ellas la necesidad de financiamiento de largo plazo. “La ministra de Industria, Débora Giorgi, me acaba de acercar un proyecto para un banco de desarrollo, y lo estamos analizando”, les informó. La jefa de Estado reiteró la invitación a avanzar en un diálogo entre empresarios y trabajadores, aunque reconoció que no será fácil que se cristalice el Pacto Social en el transcurso de este año. En el marco de ese diálogo, instó a los empresarios a participar de la discusión sobre el reparto de ganancias con los trabajadores para que se alcance una ley consensuada y no unilateral. De la participación del Estado en los directorios de la empresas no se habló.

El encuentro tuvo un protocolo similar al que mantuvo la mandataria con los dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) que tuvo lugar el lunes último. El convite se realizó en el Salón de las Mujeres Argentinas y los empresarios y funcionarios presentes se dispusieron en círculo. La reunión comenzó con una extensa exposición de la Presidenta, en la que analizó varios de los puntos del discurso de asunción del empresario textil José Ignacio de Mendiguren al frente de la UIA. La alocución de la jefa de Estado giró en torno de la productividad empresaria como herramienta para una mayor competitividad. El tono industrialista de sus dichos dejó conformes incluso a los directivos más críticos de ese ente fabril. Cristina les habló del futuro del país, siempre haciendo referencia a ella como Presidenta, lo que fue entendido por estos industriales como una señal de que se presentará a la reelección.

Los empresarios insistieron en la necesidad de mayor financiamiento para el largo plazo y desempolvaron un viejo reclamo: una banca de fomento. La Presidenta les informó que está en estudio una iniciativa al respecto. Esto dibujó algunas sonrisas entre varios de los presentes, para quienes el accionar del Banco Nación les resulta “lento” y no llega a abastecer la demanda privada. Giorgi les recordó la disponibilidad del Fondo del Bicentenario. Más allá del anuncio, no hubo mayores detalles de la propuesta ni fecha para su implementación. “La idea que nos dejó es que en ese tema nos teníamos que dirigir a Giorgi”, explicó a este diario el vice de la UIA, Daniel Funes de Rioja.

Los directivos, que entre el Comité Ejecutivo y otros miembros de la entidad sumaron una veintena de empresarios, llevaron un documento con algunas estadísticas sobre los litigios laborales, ante la falta de una ley de ART. El documento se basó en experiencias en las provincias de Córdoba y Mendoza, donde el “fraude laboral con peritos les costó a las empresas 2000 millones de dólares en demandas y 600 millones en honorarios”. La Presidenta, según relató Funes de Rioja, les dijo que “la industria del juicio es mala para todos”, aunque aclaró que esa solución “hay que buscarla con representación de los trabajadores”.

La cúpula fabril puso sobre la mesa su preocupación acerca del proyecto de ley del diputado Héctor Recalde para que se participe a los trabajadores con el diez por ciento de las ganancias empresarias. En este punto también exhortó a un diálogo entre las partes, que para algunos presentes tuvo carácter de reproche. “Es un tema en el que tienen que poner inteligencia, a través del diálogo, para que se busquen acuerdos”, les indicó. La mandataria les manifestó su disconformidad porque no asistieron el año pasado al debate en el Congreso.

El encuentro se realizó dos días después de la presencia de la CGT en la Rosada. Allí la mandataria les solicitó a los líderes sindicales moderación en los reclamos. Lo mismo hizo ayer con los empresarios. La UIA reclamó la falta de acatamiento de los gremios en las conciliaciones obligatorias. Cristina respaldó el pedido de un mayor acatamiento, tanto de empresarios como de trabajadores. El aumento de representantes del Estado en los directorios de las empresas en las que la Anses posee acciones, que mantiene enfrentado al gobierno con Techint, no se trató. Sin embargo, la mandataria hizo algunos comentarios en alusión al holding de Rocca. Al hablar de competitividad, los llamó a tener en cuenta los insumos difundidos, principalmente en el rubro siderúrgico, ya que “muchos sectores concentrados se aprovechan con los precios de su posición dominante”. “No hablemos por los diarios, esto tiene que ser tema de todos los días. La puerta está abierta”, los despidió la Presidenta.