El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sostuvo ayer que “es impensable” que el Estado se desprenda de la operación de Aerolíneas Argentinas. El funcionario señaló que en el país existen lugares que dependen de la aerolínea de bandera para no quedar aislados. Los dichos de Fernández se conocen después de que el titular del grupo, Mariano Recalde, se presentara anteayer en el Congreso para informar sobre los resultados de la aerolínea. Por su parte, Recalde ratificó que la compañía continuará durante el transcurso del año reduciendo su déficit operativo, aunque el recorte será inferior a lo previsto para el ejercicio debido al fuerte incremento que se verificó en los últimos meses en el precio del petróleo, dado que el principal costo del negocio aerocomercial es el combustible.

“Necesitamos a Aerolíneas porque hay lugares aerodependientes. Este es un país muy grande, ocupa el octavo lugar en el mundo en superficie”, se explayó Fernández en una entrevista radial. El jefe de Gabinete reiteró que “es impensado que no se pueda tener una línea de bandera, porque seguramente cualquier línea comercial se querría quedar con (los destinos de) El Calafate, Iguazú y lugares hiperrentables”. “Pero no va a querer llegar al resto del país, donde se necesita de un traslado de estas características”, argumentó.

Luego de que el Estado expropiara la compañía que se encontraba en manos del grupo Marsans, algunos gremios alertaron sobre la falta de avances respecto de una estatización formal del grupo. En esa línea, varios sindicatos hablaron incluso de la posibilidad de que el Gobierno buscara un socio privado para que se hiciese cargo de Aerolínas. Los dichos de Fernández, en cambio, parecen echar por tierra esas especulaciones. “Este es un país federal, por lo que es imperioso que esté” la aerolínea de bandera. “Nos hicimos cargo de la empresa para ponerla en el lugar adecuado, renovando la flota de manera superlativa, y ahora hay que recuperarla definitivamente”, señaló.

Recalde presentó anteayer, junto al secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y al subgerente general de Aerolíneas, Axel Kicillof, el informe de gestión de la compañía ante los legisladores que integran la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones. El directivo adelantó para este año un déficit de 387 millones de dólares, superior a los 200 millones previstos originalmente por el Directorio de AA. No obstante, la cifra es inferior a los 486 millones de dólares de pérdidas que arrojó 2010 y los 590 millones en 2009. Tal como anticipó a este diario, Recalde precisó que el recálculo responde al aumento mundial en el precio del crudo, que implica “de 150 a 200 millones de dólares” más de costo operativo para la empresa.

Recalde lamentó que “algunos diarios” magnifiquen el déficit de la empresa sin tener en cuenta que se reducirá este año. “Informamos al Congreso la situación de la empresa, y cada uno interpretó esto de una manera distinta, algunos claramente con una intención de tergiversar la realidad”. El directivo de Aerolíneas insistió en que, “más allá de que no se logra el resultado proyectado, el déficit de este año igualmente será inferior al de 2010”. “Tenemos un montón de noticias buenas para el 2011, pero se ve que la tarea de algunos diarios es tratar de encontrar algún aspecto negativo, y si no lo encuentran, inventarlo”, se quejó.

El directivo informó que la compañía transportó el año pasado un millón de pasajeros más que en 2009. También adelantó que la empresa continuará haciendo “inversiones fuertes”. “Este año inauguraremos dos simuladores nuevos en Ezeiza, que eran emblemáticos para Aerolíneas, pero las gestiones españolas vaciaron” la compañía, indicó. Por su parte, el jefe de Gabinete explicó que “el Gobierno siguió poniendo dinero aun cuando la aerolínea estaba en manos de empresas privadas y padeciendo los desastres que generaron las malas adjudicaciones que se hicieron al respecto”.