El Fondo Monetario Internacional le reclamó al Gobierno que enfriara la economía. En esta oportunidad el vocero del ajuste fue el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Nicolás Eyzaguirre. El funcionario el FMI se mostró preocupado por el rápido crecimiento del país y propuso aplicar políticas fiscales y monetarias contractivas para enfriar la demanda, limitar el crédito y reducir el nivel de gasto. La presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, cuestionó el diagnóstico del organismo multilateral y rechazó las recomendaciones. “El FMI insiste con las mismas recetas de ajuste que condujeron al país a la crisis más profunda que tuvo. Por haber hecho lo contrario de lo que decía el Fondo, Argentina logró el proceso más largo de crecimiento inclusivo de su historia”, aseveró la economista.

El discurso del FMI no es novedoso. Junto con una política fiscal contractiva, el organismo multilateral recomienda que los países de América latina aprecien el tipo de cambio y aumenten las tasas de interés. La propuesta del Fondo apunta a desarticular algunos de los pilares macroeconómicos que explican la fortaleza relativa del país frente a la crisis financiera internacional. “Nos están proponiendo enfriar la demanda, bajar salarios, dejar de hacer inversión social y eliminar políticas redistributivas. Este gobierno no va a hacer eso, el desafío es hacer crecer la inversión. Lo que subyace en estas expresiones es la idea fija que tienen de que el país vuelva a tomar deuda en los mercados internacionales”, precisó Marcó del Pont en una entrevista radial. “Por suerte, Argentina recuperó la soberanía para dictar las políticas que más le convengan a su pueblo”, sostuvo la funcionaria, quien cuestionó el entramado teórico neoliberal que sustenta el discurso del Fondo.

Desde la perspectiva de la responsable del BCRA, aplicar esas recomendaciones de política económica implican la reprimarización de la estructura productiva y un retroceso en materia de distribución del ingreso. Precisamente, el país que Eyzaguirre recomendó tener como guía es el del modelo agroexportador de comienzos del siglo XX. “En ese momento regía un modelo agroexportador con un patrón de distribución muy inequitativo y una fuerte concentración del ingreso, un patrón que llevaba a un endeudamiento permanente”, consideró Marcó del Pont. La funcionaria destacó que “en los últimos años hemos crecido a partir del mercado interno y con políticas redistributivas reconocidas como las más potentes que se están desenvolviendo en los países en desarrollo. Esa distribución es lo que está traccionando la demanda agregada en nuestro país, generando un proceso inverso al de principios de siglo pasado, justamente porque ha habido desendeudamiento, tanto con excedentes fiscales como con reservas”.

Las declaraciones que realizó el responsable del FMI para América latina sobre Argentina tuvieron lugar el martes pasado en un evento organizado por el Banco Santander en España. Sus argumentos estuvieron en perfecta sintonía con los “planes de austeridad” a los que el Fondo condicionó sus programas de financiamiento para Grecia, Irlanda y Portugal. “No nos tenemos que sorprender porque esta es la voz viva del Fondo y esta es la interpretación que hace no sólo de los problemas de los países en desarrollo, sino de toda la crisis internacional”, respondió la titular de la autoridad monetaria, para luego considerar que “las recetas de ajuste y privatizaciones que está dando el FMI son salvavidas de plomo que van a profundizar el deterioro de las condiciones de vida de los países más débiles de Europa”.