Las entidades del campo cumplieron ayer su cuarta jornada de paro, con liquidación limitada de las divisas que obtienen por sus exportaciones. A pesar de esta medida, los chacareros reunidos en una multitudinaria exposición anual organizada en la provincia de Santa Fe escucharon las voces de aliento del secretario de Agricultura, Haroldo Lebed, y del gobernador Carlos Reutemann, quienes avalaron sus reclamos.
Ambos funcionarios se pronunciaron públicamente en Expochacra, organizada en la localidad santafesina de Venado Tuerto. Allí el mandatario santafesino se solidarizó con las quejas por la gran presión tributaria y advirtió que la política para estimular las exportaciones de agroalimentos debería ser considerada como una “cuestión de Estado”. Lebed, por su parte, consideró “justos” los reclamos de los chacareros y aclaró que iba en nombre del gobierno nacional “a dar la cara” para encontrar soluciones.
Lejos de considerarse los agraciados por la devaluación, los chacareros apelaron a una medida de fuerza que continuará hoy en reclamo de cambios en la legislación tributaria. Una de las medidas duhaldistas que exasperaron al campo fue la imposición de retenciones sobre sus ventas al exterior: en virtud de este impuesto, por dólar liquidado, en lugar de cobrar 3,20 le ingresa 2,5. Pero hay otras decisiones que animan la actual protesta.
Las entidades del campo protestan por el crédito fiscal a su favor, que el Estado tarda en cancelar, con el consiguiente perjuicio financiero para los agricultores. Esa acreencia contra el fisco se origina por la diferencia entre el IVA que pagan por sus insumos (21 por ciento) y el que cobran por la venta de sus productos, que tiene una alícuota diferencial del 10,5 por ciento. “Para que el cálculo sea neutro –que no haya diferencia entre lo que pagan y lo que cobran– la tasa debería ser del 14,5 por ciento”, calculó ayer Lebed.
El otro desvelo del agro es no poder ajustar sus balances por inflación, como no puede ninguna empresa del país. Pero el sector se siente especialmente perjudicado porque casi todos sus insumos están dolarizados. Sembraron con un dólar de 1 a 1 y tienen producto acopiado con un tipo de cambio que lo triplica, lo que les permitió una buena ganancia. Para los campesinos, sin embargo, esto no es tal, ya que los nuevos costos estarán expresados en dólares.
A pesar de que el campo limitó la liquidación de divisas, ayer ingresaron al Central 11,4 millones, contra 7 millones vendidos. El saldo permitió que en los primeros días del mes se hayan reforzado las reservas en casi 20 millones de dólares.