ECONOMíA
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Paro contra la solidaridad
Por Darío Alessandro *
La suspensión de las operaciones comerciales de granos durante la presente semana, adoptada por distintas asociaciones vinculadas a la actividad agropecuaria, constituye un hecho grave para el conjunto de la sociedad argentina. La detonación de la crisis económica hacia fines de 2001 afectó al sector agropecuario en aspectos tales como la falta de financiación y el endeudamiento por compra de insumos, cuestiones que de una forma u otra –canje de bienes por granos, principalmente– han sido ya superadas en gran medida. Por otro lado, el sector se vio beneficiado por la enorme devaluación y por la pesificación de sus deudas, que al licuar sus pasivos financieros –en comparación con sus ingresos mayormente dolarizados– solucionó en gran parte el serio problema de endeudamiento que venía arrastrando. A su vez, los precios internacionales de los principales productos agrícolas de exportación, que se hallaban deprimidos en los últimos tres años, tuvieron a partir del segundo trimestre una tendencia creciente, que no se vio suficientemente reflejada en los precios de exportación declarados.
En términos reales, el aumento de los ingresos del sector agropecuario en su conjunto ha sido superior al incremento de sus costos, ubicándose entre los principales beneficiarios de los cambios económicos. Y esto, incluyendo entre los costos las denostadas retenciones a la exportación, que han amortiguado la suba de los precios de alimentos básicos, a pesar de lo cual el costo de la canasta alimenticia de los pobres ha subido más que el conjunto de los precios al consumidor.
Debería comprenderse que el país sufrió y sufre aún la mayor crisis economico-social de su historia, habiéndose reducido notoriamente sus niveles de ingreso y riqueza, por lo cual todos deberían hacer su aporte de acuerdo con su capacidad. Es por ello que ante el paro agropecuario surgen algunas preguntas:
- Ante la fuerte reducción del gasto público en 2002 y la necesidad de mejorar los recursos fiscales, ¿es justo que uno de los sectores más beneficiados se queje de su carga tributaria, presionando así desde ahora al futuro gobierno?
- Ante las necesidades fiscales para paliar el inédito cuadro de más de la mitad de los argentinos en situación de pobreza e indigencia y ante el no “ajuste por inflación” de salarios y jubilaciones, ¿es justo que el sector agropecuario haga de la cuestión de sus balances contables una cuestión crucial, sin considerar el contexto general claramente favorable para ese tipo de producción?
* Diputado nacional.