El sistema eléctrico nacional registró ayer por la tarde un nuevo record de consumo. A las 20.18, el sistema interconectado nacional marcó un nivel de demanda de 21.564 megavatios, superando por más de 100 megavatios el máximo anterior, alcanzando el 4 de julio, también cuando las bajas temperaturas afectaron al conjunto del país. El sistema operó con más de 2000 megavatios de reserva y casi no hubo cortes de luz.

El consumo de electricidad creció fuerte en los últimos años a raíz de la reactización económica. En 2003 el pico de demanda fue de 14.359 megavatios y luego se la fue superando cada vez con más velocidad hasta llegar los 21.517 MW de ayer. Estos incrementos en la demanda fueron posibles porque al mismo tiempo se registró un fuerte aumento en la capacidad de generación de energía. La potencia bruta instalada del parque creció de 23.280 a 27.671 MW entre 2003 y 2010, según el último dato disponible en los boletines de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Esa mejora fue producto de la incorporación de las centrales San Martín y Belgrano, la hidroeléctrica Caracoles, la Central Pilar, la ampliación de la hidroeléctrica Río Grande, la elevación de la cota de Yacyretá a 83 metros sobre el nivel del mar, la incorporación de generadores móviles en puntos críticos del sistema y el aliento a la inversión privada a través del Plan Energía Plus, que permitió repotenciar las centrales térmicas de Güemes y Albanesi. También se reacondicionaron las líneas de alta tensión y de interconexión entre distintas regiones del país para adecuar el transporte a las mejoras registradas en generación. A diferencia de lo ocurrido en el verano, los cortes de luz pasaron prácticamente inadvertidos, más allá de algunos casos puntuales, aun con nuevo record de consumo. Eso no se debe a mejoras registradas en la red de distribución, pues desde entonces no han sido significativas y ese eslabón aún es el más vulnerable de la cadena. Sin embargo, en esta ocasión el frío evitó que se recalentaran las centrales y los cableados dejando expuestos los problemas que persisten en distribución por la resistencia de las empresas privatizadas a acompañar los niveles de inversión que se registraron en generación y transporte. Recién en el verano, por ejemplo, Edesur se comprometió a incrementar sus inversiones luego de que fuera intimada por el Gobierno.