La incidencia del pago de intereses de deuda en los ingresos totales del Estado Nacional y en el PIB fue cayendo desde la salida de la crisis de 2001, mostrando una dinámica opuesta a la registrada desde mediados de la década del ’90 hasta el default. Los datos surgen del informe de junio sobre la situación fiscal del sector público realizado por la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP).

El monto pagado de intereses de deuda durante junio totalizó 4242 millones de pesos, el nivel más alto en lo que va del año. En forma interanual representó una suba de 40,9, explicada por los servicios previstos de los bonos emitidos en el canje efectuado en el año 2005 y del Bonar 17. En el primer semestre el monto pagado ascendió a 13.063 millones de pesos, un aumento interanual de 19,9 por ciento.

“Actualmente la relación intereses/PIB se encuentra en un 1,4 por ciento y en términos de los ingresos totales, en el 6,1 por ciento, niveles históricamente bajos”, señala la ASAP. Según el informe, en 1994 el peso de los intereses sobre ingresos se ubicaba en el 7,0 por ciento y sobre el PIB, en el 1,4 por ciento. A partir de allí exhibieron un incremento constante hasta llegar a un pico de 27 por ciento sobre ingresos y 4 por ciento del PIB a principios de 2001. Esa dinámica responde a la creciente necesidad de financiamiento externo para sostener la convertibilidad. En ese marco, un revés de los flujos financieros era suficiente para desatar una corrida. También tuvo que ver en ese comportamiento la recesión económica local, que redujo el PIB y los ingresos fiscales. En cambio, la recuperación económica y fiscal, los sucesivos canjes y la cancelación de la deuda al FMI permitieron reducir el peso del pago de intereses. Un tipo de cambio competitivo que revitalizó el sector externo evitó tener que recurrir al ahorro del exterior.