YPF subió los precios de los combustibles esta semana otro escalón. Esta vez fue del 6 por ciento, que se suma al 3,6 por ciento de ajuste que aplicó hace tan sólo tres semanas. El anterior aumento había sido justificado porque, al quedar por debajo del precio de la competencia, la demanda se desplazaba hacia la petrolera líder y provocaba desabastecimiento prematuro, particularmente de nafta súper. Pero al ajuste de YPF le siguió un inmediato aumento de las otras marcas, lo que volvió todo a la situación anterior. En las últimas dos semanas se reiteraba en la Capital Federal el escenario de puntos de venta de dicha marca que sólo ofrecían naftas “premium”. En una típica conducta oligopólica, ahora sólo resta esperar un nuevo aumento de la competencia: Shell, Esso y Petrobras, para ponerse a tono.