ECONOMíA
› RETROCESO GENERALIZADO DE LOS BOLSAS MUNDIALES
El recinto en pie de guerra
Ante el inminente ataque de Estados Unidos a Irak, según estiman los financistas, las bolsas internacionales, incluida Buenos Aires, registraron importantes caídas. Pronósticos de los gurúes.
Para los inversores internacionales, y a pesar de la férrea resistencia de algunos países europeos, el ataque estadounidense a Irak es inminente (más información páginas 20 y 21). Esta situación quedó de manifiesto ayer, cuando hubo una caída generalizada en las bolsas internacionales. El recinto de Buenos Aires no fue ajeno a la tendencia: el índice MerVal mostró una retracción de 3,5 por ciento, la baja más importante en siete meses. En Europa hubo mermas de hasta 4,2 por ciento, como en el caso de Alemania, mientras que Wall Street derrapó 2,2 por ciento. Japón perdió 1,3 por ciento.
La ola de ventas de acciones se dio no bien abrieron los mercados. La advertencia de Estados Unidos a Francia sobre “graves consecuencias” en caso de que vete, en el Consejo de Seguridad de la ONU, la resolución para iniciar el ataque a Irak marcó el ritmo de los negocios. Para los financistas, el aviso del estadounidense Colin Powell significó que su país atacará Bagdad aun si no es acompañado por el resto de los países miembro del Consejo de Seguridad. A media mañana, la ratificación de que tanto Rusia como Francia vetarán la postura de George Bush confirmó la tendencia bajista de las bolsas.
El análisis negativo de los inversores incluye otro aspecto: el quiebre en las relaciones dentro del Grupo de los Siete países más poderosos. En ese sentido, la baja de los papeles empresarios no sólo se relaciona estrictamente con la eventual acción militar sino también con los vínculos económicos de Occidente en el mediano plazo. En el mundo de los negocios, el cada vez más acalorado contrapunto entre Estados Unidos y Francia podría ser una amenaza al orden económico actual, comandado, precisamente, por el G-7. El escenario se completa con los signos de debilidad que están mostrando las economías tanto de Estados Unidos como de Europa, donde para este año se aguarda apenas crecimiento vegetativo.
De todos modos, los retrocesos de las acciones siguen la línea que se traza justo antes de las guerras: previo al ataque del ‘91 también hubo fuertes bajas, tendencia que recién se revirtió cuando se hizo evidente que ganaría el bloque occidental. A diferencia de entonces, Wall Street y los centros de negocios europeos coinciden en que a Estados Unidos le llevará pocas semanas terminar con su tarea bélica. Esta vez, la incertidumbre recae en la propia relación entre las potencias mundiales. Si se diese el mismo esquema que una década atrás, las Bolsas deberían mostrar fuertes alzas tras los primeros ataques a Irak.
Respecto de la economía, los analistas del microcentro porteño esperan un impacto moderado. La clave es que la Argentina tiene su deuda en default, lo que implica que no depende del ingreso de capitales extranjeros, ni es un gran exportador de petróleo. Brasil, por ejemplo, podría ser perjudicado: necesita de dólares para pagar su deuda y es un importador de crudo. Entre los favorecidos figuran México o Venezuela.
En un clima de incertidumbre generalizado, los inversores internacionales se preparan para lo peor.
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