El ministro de Economía, Roberto Lavagna, realizará otro viaje al exterior en el que intentará explicar las bondades de la nueva situación argentina. Y en especial, tratará de calmar los ánimos de los acreedores privados afectados por el default, mientras se organiza la renegociación.
El ministro disertará hoy en la American Society ante la comunidad empresaria y financiera de Nueva York. Allí no sólo expondrá los logros de su gestión, entre los que seguramente incluirá la extraña afirmación de que logró bajar la deuda pública, sino que agregará las proyecciones financieras y monetarias para lo que resta de 2003.
Los banqueros e inversores que escucharán hoy a Lavagna estarán especialmente interesados en la renegociación de la deuda con acreedores privados, en default desde diciembre de 2001, que involucra títulos por más de 50 mil millones de dólares.
El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, estuvo la semana pasada en Japón, donde escuchó de los acreedores la insólita propuesta de cambiar deuda por tierras fiscales, y ahora está en Estados Unidos, donde ya se entrevistó con representantes del Tesoro y del FMI con el objetivo teórico de sumar apoyo para la estrategia de renegociación argentina.
Según dejaron trascender fuentes de Economía, en su exposición en Nueva York ante la American Society Lavagna insistirá en que su gobierno ha cumplido las metas de los primeros dos meses del año acordadas con el FMI, tanto en materia de déficit fiscal como de inflación, la que fue recalculada y reducida al 10 por ciento para todo el año. No obstante, la aprobación del cumplimiento por parte del Fondo todavía está pendiente.
Lavagna regresará mañana mismo, pero volverá a partir el viernes, esta vez a Roma y Milán, donde participará de la 44ª asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la que incluirá un capítulo especialmente dedicado a la situación económica y social de la Argentina. La exposición del ministro Lavagna está prevista para el 25 de marzo.
Durante el encuentro en Milán, los gobernadores del BID analizarán las estrategias para encarar las crisis económicas y financieras desatadas en el 2002 en los países latinoamericanos y también los temas ya clásicos en las reuniones de los organismos financieros internacionales: posibles pautas para recuperar el crecimiento económico, nuevos instrumentos de préstamo y temas del desarrollo como la integración, la tecnología, la competitividad empresarial y, por supuesto, la reducción de la pobreza.