ECONOMíA
› LA DEUDA, SEGUN KUNISBERG RAFFER
Situación insostenible
El economista austríaco Kunisberg Raffer, catedrático de la Universidad de Viena, sostuvo en una charla que dio ayer en Buenos Aires que la situación de numerosos países del mundo, incluida la Argentina, es insostenible. Advirtió además que los ajustes estructurales que se hacen por presiones del Fondo Monetario Internacional sólo agravan las crisis, por lo que no habrá soluciones sin resolver la cuestión de la deuda comenzando por una fuerte quita.
Raffer refutó el programa presentado al FMI por la vicedirectora gerente del FMI, Anne Krueger, afirmando que se trata de una propuesta “a la medida de la burocracia” del organismo y destinada a la supervivencia de toda la línea, “integrada mayoritariamente por economistas mediocres que a lo único que aspiran es a seguir cobrando el sueldo y a jubilarse como funcionarios” de la institución.
El economista austríaco disertó en el Centro Argentino de Ingenieros, y estuvo acompañado por el presidente del CAI, Roberto Echarte, y el de la Comisión de Economía, Moisés Resnick Brenner; el embajador austríaco, Yuri Standenat; el diputado Mario Cafiero; el embajador Miguel Espeche Gil; los economistas del ARI, Silvia Greco, y de la CG, Rafael Galarce.
Durante la exposición, Raffer recordó que hace varios años ya realizó presentaciones ante el FMI señalando la necesidad de analizar la situación de insolvencia de una cantidad de países y establecer la necesidad de recurrir a tribunales arbitrales, como el Club de París, el Banco Mundial u otros ad hoc, en los que los acreedores y deudores encuentren una solución en base a quitas y reprogramaciones pagables.
Rechazando los ajustes y renegociaciones con capitalización de intereses, el catedrático indicó que ello requiere la utopía de que la mayoría de los deudores, como el caso de la Argentina, crezca en sus exportaciones al seis por ciento anual consecutivamente durante dos decenios.
“Sin la condonación generalizada no hubiera existido el Milagro Alemán; Alemania salió en primer lugar por el Tratado de Londres, que también estableció que sólo se iba a pagar con los saldos exportables; luego por la reforma monetaria, que generó una gran redistribución de la riqueza contra el sistema financiero en favor de la industria y de la población en general; y más tarde por otras cuestiones”, en alusión al llamado “Plan Marshall”.