La disputa por ahora encubierta entre el grupo catalán La Caixa y el mexicano Pemex por el control de Repsol YPF podría tener un detonante el miércoles próximo, cuando se reúna el Consejo de Dirección. Distintas fuentes especulan que la alianza entre la constructora española Sacyr Vallehermoso y la petrolera Pemex podría plantear separar las funciones del presidente del Consejo (que hoy ejerce Antonio Brufau, de La Caixa) de las que corresponden a un director ejecutivo (inexistente en la actual conducción). Mientras que por otro lado se señala que el grupo hoy dominante (La Caixa) podría pedir la destitución de los cuatro consejeros que responden a Sacyr-Pemex, en función de la ley de sociedades, por haber sindicado sus acciones en favor de los intereses de la petrolera mexicana, competidora de Repsol.

En medio de la guerra virtual, el ministro de Turismo e Industria, Miguel Sebastián, buscó poner paños fríos en la irritación que provocó en la piel de los españoles la idea de que Repsol YPF cambie de nacionalidad. “No hay ningún riesgo, el peso de los accionistas españoles es claramente mayor que el de los extranjeros y además tanto el primer socio como el segundo son españoles; siempre hemos defendido la españolidad en estas dos formas”, enunció.

Sin embargo, la alianza entre Sacyr (socio principal desde 2006 con el 20 por ciento de las acciones) y Pemex (que elevó del 4,8 al 9,4 por ciento su participación en las últimas semanas) siembra dudas. Máxime después de la nota interna de la mexicana fechada el 1º de septiembre (y filtrada a la prensa) que da cuenta de su intención de aumentar su incidencia en las decisiones estratégicas de Repsol YPF, por ejemplo desviando la producción de crudo en América del Sur hacia las refinerías mexicanas.

El documento puso en estado de alerta a los altos mandos de la petrolera española. En el entorno de Brufau se analiza si al sindicar sus acciones, los consejeros de Sacyr (tres) y de Pemex (uno) no violaron la ley de sociedades de capital al buscar favorecer a la última, un competidor directo de Repsol YPF. Además, según trascendió ayer en fuentes bursátiles madrileñas, Brufau habría contratado los servicios de Bank of America Merrill Lynch y del Citibank para asesorarse frente al eventual ataque de Sacyr. La elección no es casual: Citibank acaba de rechazarle a Sacyr un pedido de refinanciación por mil millones de euros concedidos como préstamo en 2006, justamente para adquirir su participación en Repsol YPF.