ECONOMíA
› LAVAGNA HABLA CON ACREEDORES EN LA ASAMBLEA DEL BID
Buscando un milagro en Milán
El informe anual del BID asegura que “sólo un milagro” podría bajar la pobreza en latinoamérica. Lavagna igual no se rinde.
Roberto Lavagna ratificó desde Italia la apertura del corralón y adelantó que la misma será acompañada por las millonarias compensaciones a los bancos, tanto por el CER y el CVS como por los amparos. Su presencia en Milán, donde participará de la asamblea anual del BID, fue aprovechada por quienes se consideran en posición de hacer reclamos a la Argentina. Algunas privatizadas locales demandaron la urgente implementación de los aumentos de tarifas frenados por el poder judicial, mientras que asociaciones de acreedores italianos advirtieron que no participarán de la renegociación de los títulos en default y que optarán por la vía judicial. En tanto, el informe anual del BID que será presentado hoy a la Asamblea augura un destino poco venturoso para las economías latinoamericanas. Sostiene que “sólo un milagro” podrá conseguir que los países más pobres de la región alcancen un desarrollo sostenido durante las próximas décadas.
Aunque ratificó la decisión de poner fin al corralón, Lavagna evitó dar una fecha precisa. Según dejó trascender, la última palabra la tiene el presidente Eduardo Duhalde, quien debe completar con su firma el decreto correspondiente. Puesto que la apertura será acompañada también por la emisión de las millonarias compensaciones a las entidades financieras, el poder ejecutivo todavía evalúa los costos políticos que deberá asumir. Sin embargo, los desembolsos del Estado a favor de los banqueros no serán inmediatos. Según explicó el ministro, se está buscando una metodología que permita a las entidades financieras “anotar las compensaciones en sus balances”, aunque las mismas no se harán efectivas hasta tanto el poder judicial falle en forma definitiva. Los banqueros argentinos que participarán en la asamblea del BID ya tienen agendada para hoy una entrevista con Lavagna antes de su regreso a la Argentina. Se descuenta que las costosísimas compensaciones serán el tema excluyente del encuentro.
En cuanto a los reclamos italianos, el ministro se reunió con representantes de la gasífera Camuzzi, con quienes compartió la conveniencia de que las firmas privatizadas acompañen, con presentaciones judiciales propias, la apelación ya realizada por la cartera económica contra el fallo que frena el aumento de tarifas.
Lavagna también tiene previsto entrevistarse con los representantes de los cerca de 150 mil ahorristas italianos perjudicados por el default argentino. Mauro Sandri, representante del Comité de Acreedores de Argentina (CAA), adelantó que le dirán a Lavagna que rechazan “refinanciar la deuda” y que “llevarán la discusión a la justicia”, pero el ministro ya advirtió a los tenedores de títulos que eviten esta vía y que participen de las negociaciones con el Gobierno.
En otro orden, se conoció el contenido del informe anual elaborado por los técnicos del BID, cuyo presidente Enrique Iglesias llamó ayer a “aprender de los errores de los ‘90”, que se presentará hoy a la asamblea de las 43 naciones que integran la institución. El trabajo sostiene que los países más pobres de la región necesitarían un crecimiento anual de 5,7 por ciento para reducir la pobreza de su población en un proceso ininterrumpido de 15 años.
Según el BID, el crecimiento regional en 2003 se situará entre 1,5 y 2 por ciento del producto, siempre que las repercusiones internacionales de la guerra contra Irak no sean severas. El cálculo es incluso optimista si se considera que durante 2002 la región mostró un crecimiento promedio del 0,5. Para reducir la pobreza a la mitad en un lapso de 15 años, la región toda, no sólo los más pobres, necesitaría crecer a una media de 2,7 por ciento. Los países más pobres deberían hacerlo al 5,7 y los más ricos al 2,5 por ciento. El BID reconoce que la posibilidad de que esto ocurra, en especial en los países con mayores desventajas “son prácticamente nulas”. En cuanto a la situación Argentina, el informe del BID es indulgente, señala que el país “se mantiene sin una solución definitiva a pesar de los signos de recuperación de la producción y un cierto renacimiento de la confianza financiera”.