La agencia de calificación Standard & Poor’s subió ayer la nota a Brasil para su deuda soberana de largo plazo. La agencia elevó a “BBB” las emisiones en dólares y a “A-” las series en moneda doméstica. La mejora estuvo respaldada por el creciente historial de la administración actual para implementar políticas macroeconómicas prudentes, incluyendo el sostenimiento de superávit primarios de casi 3 por ciento del PIB, según argumentó S&P. En la Bolsa paulista, el índice Bovespa creció 2,1 por ciento, tras la noticia y apuntalado también por el mejor contexto global (ver aparte). El real se apreció 2 por ciento frente al dólar a 1,853 unidad para la venta.

“En nuestra opinión, la respuesta del gobierno brasileño a las presiones inflacionarias en 2011 envió una señal importante sobre la flexibilidad de sus políticas y el compromiso con la estabilidad económica”, remarca el comunicado de la calificadora. S&P pone de relieve que “el gobierno restringió la política fiscal mediante recortes al presupuesto y a través de la contención del aumento en el gasto de pensiones”. “Las políticas monetaria y crediticia también se volvieron más restrictivas en respuesta al aumento de la inflación”, agrega. El viceministro de Hacienda, Nelson Barbosa, reconoció una abrupta desaceleración de la actividad económica, como consecuencia de estas medidas. En el segundo trimestre del año, el PIB avanzó apenas 0,8 por ciento.

La caída de la actividad también se corresponde con la apreciación del real. La moneda brasileña acumuló un alza de 10,7 por ciento en el año, ya que había cerrado 2010 en 1,66 reales por dólar. Durante el año pasado, incluso registró una valoración de 4,6 por ciento en relación con la divisa estadounidense y en 2009 se apreció 32,7 por ciento tras una desvalorización de 23,2 por ciento en 2008, debido a la crisis financiera global.