El gobierno brasileño anunció ayer una serie de medidas de estímulo al consumo y compra de viviendas, con el propósito de alcanzar un crecimiento del PIB del orden al 5 por ciento el año próximo. El paquete contempla una reducción de impuestos para la adquisición de heladeras, cocinas y lavarropas hasta marzo del año próximo, así como en artículos de panadería. “Estamos bajando el costo financiero, esto es bueno para el consumidor, para el cual habrá financiamientos más baratos y precios menores. Espero que los comercios hagan promociones”, alentó el ministro de Hacienda, Guido Mantega.

Tras haber anunciado el mes pasado un crecimiento en el segundo trimestre de 0,8 por ciento, el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio informó además que el superávit comercial de Brasil en noviembre fue el segundo peor del año, con una caída de 75,2 por ciento respecto de octubre. Para recuperar la actividad económica, el gobierno de Dilma Rousseff anunció un programa de estímulo a la demanda. “Es un paquete sostenible, dado que no hay riesgo de una disparada de la inflación”, afirmó Mantega.

El programa además contempla una reducción del uno por ciento para el impuesto único cobrado para la compra o construcción de viviendas de hasta 85.000 reales. La medida se conoció un día después de que el Banco Central bajara medio punto la tasa básica de interés, del 11,5 a 11 por ciento anual.