“Los países se han endeudado porque persistió una agenda política vinculada con determinados intereses. Ahora eso se evidencia a través de una crisis económica y financiera. En el fondo, es una crisis política”, analizó el ministro de Economía, Amado Boudou. El descalabro en buena parte de los países desarrollados, para el funcionario, refleja un contraste con las políticas aplicadas por los países emergentes, como Argentina, que muestran crecimiento sostenido. “Ahí está la diferencia de agendas políticas y su resultado”, señaló Boudou, quien criticó los nuevos gobiernos que asumieron en Italia y Grecia: “Hay gobiernos de banqueros, lo cual sin duda va a seguir agravando el problema”. También volvió a arremeter contra las calificadoras, a las cuales atribuyó responsabilidad por la crisis global.

El ministro disertó en el seminario organizado por el Ministerio de Economía y el Banco Mundial, que tuvo como invitado principal al Premio Nobel de 2001, Joseph Stiglitz. “En los años ’90 se nos decía que no se podía salir de la convertibilidad porque no había que romper los contratos. Sin embargo, aquellos que ofrecían esas justificaciones no dudaron en romper los contratos sociales”, señaló Boudou.

El ministro también criticó las propuestas de política que muchos gobiernos despliegan en el G-20. “Proponen profundizar el modelo, pero en el sentido contrario al argentino. Gobiernos que supuestamente son de centroizquierda aplican políticas cada vez más neoliberales. Parece que cuando los países en desarrollo están en problemas, aparece la cuestión del riesgo moral, que significa que una quita de deuda sería un mal ejemplo para otros deudores. Sin embargo, cuando los bancos están en problemas, el establishment no duda en desplegar gigantescos rescates.”

Boudou también criticó a las calificadoras de riesgo. “El sistema financiero antes de las calificadoras de riesgo existía y era más estable.”