En la Argentina, pese a ocho años consecutivos de crecimiento, los sectores concentrados han sido los primeros en hacer lockout patronales cada vez que sintieron que sus intereses podían ser afectados. Ejercieron una y otra vez presión sobre el Gobierno cuando han recibido créditos del Fondo del Bicentenario y, en el momento complejo por la crisis internacional, obtuvieron un plus para pagar salarios (los Repro), que no teníamos las pymes.

Aquí están en juego dos visiones de país. Ellos plantean la libertad de mercado, la apertura, la vieja discusión que no termina nunca porque hay intereses confrontativos entre los sectores populares y los que concentran cada vez más riqueza, más poder y más capacidad de lobby. Nosotros, los empresarios pyme, sin haber sido los beneficiarios de ningún plan, porque la mayoría fueron dirigidos hacia la economía concentrada, no salimos a poner palos en la rueda.

La gran puja que se da en la Argentina tiene que ver con esta discusión. Los más perjudicados, que no son los dueños de grandes empresas, no salimos a patear el tablero, sino que nos pusimos a discutir cuestiones que tienen que ver con la resolución del problema.

Lo que están haciendo los grupos concentrados –con Cristiano Rattazzi a la cabeza– es atentar, salir con los tapones de punta, mientras que el sector automotor vende 850 mil autos al año. En el primer atisbo de dificultades que tuvieron paran la planta 48 horas, lo cual es un acto brutal, porque perjudica a los que trabajan, a la producción y a los consumidores.

Salieron a confrontar de la manera más grosera y brutal que se pueda plantear. Ninguna pyme en la Argentina hubiera hecho una cosa así, hubiéramos buscado por todos los medios crear una mesa de discusión, porque para no-

sotros no hay espacio para debatir y para ellos sí. Sin embargo, somos más prudentes, racionales y no agresivos.

Nosotros defendemos la decisión de controlar la fuga de capitales y las importaciones y de preservar el industrialismo, reemplazando piezas extranjeras por nacionales. Por ahí pasa la cuestión fundamental de tener un modelo de desarrollo y que las pymes tengan una porción de esa economía y que la puedan distribuir en el mayor conjunto de la sociedad por sus propias características. Por eso no compartimos esta forma ni mecanismo de acometer contra el Estado.

* Dirigente de Asociación Pyme.