ECONOMíA
› NO HUBO ACUERDO EN LA UIA Y DOS LISTAS SE DISPUTAN LA CONDUCCION
Pelea de fondo de los devaluados
La devaluación que desde el gobierno impulsó el ex titular de la UIA, Ignacio de Mendiguren, divide hoy a la entidad.
› Por Cledis Candelaresi
Con la presentación de la lista que encabeza Guillermo Gotelli, la Unión Industrial Argentina se encaminará desde hoy hacia los comicios internos del 22 de abril con dos nóminas opuestas: la señalada, cuya alma política es Techint, y la que tiene como cara visible a Alberto Alvarez Gaiani, menos identificada con las políticas duhaldistas. Una y otra nuclean a empresas históricamente embanderadas con el MIN y el MIA, los dos movimientos que tradicionalmente se alternaron en la conducción de la entidad fabril con listas únicas. Pero esta vez esa alianza no fue posible y el nivel del tipo de cambio, en principio esbozado como la gran diferencia, parece apenas una de las cuestiones que explican este divorcio.
La ruptura quedó clara el jueves pasado, cuando Alvarez Gaiani presentó públicamente su lista contrariando la voluntad de Techint. Fue entonces que el hombre de Copal hizo gala de haber cosechado numerosos apoyos. “Representamos a 40 mil empresas grandes, pequeñas y medianas, con un total de 800 mil empleados y de los más diversos sectores”, subrayó.
Lo que está fuera de duda es que los respaldos incluyen a actividades diversas como la papelera, la petroquímica, la farmacéutica, la plástica, la alimentaria y otras varias, sumando a nombres como Arcor, Coca-Cola, Aluar, Procter & Gamble, Quickfood o Fiat, entre otras tantas, amén de representaciones regionales que nuclean a firmas de menor envergadura.
Del otro lado, la familia de los Rocca decidió confiar en Gotelli –ex ejecutivo de Alpargatas y actual fabricante de indumentaria sin marca propia– el liderazgo de una lista opositora que terminó de armarse de apuro ayer y cuyas adhesiones se harán formalmente públicas hoy. El holding había ganado para su causa a los metalúrgicos de Adimra, a la bonaerense Unión Industrial que preside Osvaldo Rial y, posiblemente, a algunos nombres fuertes como el de Peugeot, apoyo que fragmentaría el frente de las automotrices.
Al principio, el tipo de cambio se insinuó como la gran variable diferenciadora entre los grupos. Techint, favorecida por la devaluación, intentaría motorizar decisiones que lo sostengan alto. Las firmas rivales apostarían a políticas que alienten el mercado interno, aunque éstas vayan en detrimento de la paridad cambiaria. Pero ahora unos y otros niegan que ése sea el quid de la cuestión. “No es cierto que sólo queramos un dólar que fomente las exportaciones”, explicaba ayer Gotelli a Página/12. “El problema no es ése”, coincidía Alvarez Gaiani.
La lista que encabeza el hombre de Copal pretende un comité directivo lleno de “pesos pesado”, que por ese solo hecho le conferiría a la entidad fabril gran capacidad de lobby. Gotelli, por el contrario, asegura que la UIA debe dar cabida a las pymes del interior, normalmente rezagadas por el actual manejo de la entidad, que actualmente es responsabilidad de Alvarez Gaiani y de Héctor Massuh. En este caso, la fuerza para influir sobre el próximo gobierno la seguiría conservando el grupo.
Paolo Rocca comandó desde Milán la formación de la última lista sin ningún ánimo de apoyar una candidatura que no tuviera de origen su bendición. Quizás por este criterio declinó la propuesta que en más de una reunión privada le hizo el industrial de la alimentación para que ubique en la vicepresidencia a un hombre de entera confianza del holding. Techint prefirió jugar por la máxima jerarquía o, al menos, pelear con una nómina distinta de veinticuatro postulantes un lugar más destacado en la conducción de la central fabril.