ECONOMíA › RESPUESTA DEL GOBIERNO A LA QUEJAS DEL MINISTRO DE BRASIL
La ministra de Industria y el jefe de la AFIP le contestaron a Fernando Pimentel, quien se había quejado de las nuevas medidas de regulación de las importaciones. Le recordaron el superávit comercial del que goza su país. También se sumaron desde la UIA.
› Por Cristian Carrillo
Las quejas del gobierno brasileño por las políticas de administración del comercio que aplica la Argentina, vertidas anteayer por su ministro de Industria, Fernando Pimentel, fueron replicadas con dureza por funcionarios del gobierno argentino y representantes industriales. Pimentel sostuvo que “la Argentina ha sido un problema permanente” para Brasil en materia comercial. “La realidad del comercio bilateral entre Argentina y Brasil no amerita los comentarios vertidos”, respondió la ministra de Industria, Débora Giorgi. El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, señaló que más allá de la quejas, los “números duros muestran un crecimiento de las importaciones (argentinas) desde Brasil”. Desde la Unión Industrial, su presidente, José de Mendiguren, calificó de “exagerada” la posición de Pimentel. Según datos oficiales, en 2011 Argentina acumuló un déficit comercial con Brasil de 5804 millones de dólares, un 42 por ciento más que en 2010.
La relación comercial bilateral tuvo históricamente sobresaltos, pero en el Gobierno reconocen que la sintonía entre los dos países es buena. Esto último no inhabilita que cada tanto haya roces y declaraciones que generen ruido mediático, lo que también es parte de un juego en el que ambos presionan en su propio beneficio. Si se entiende así el marco en el que se desenvuelven las negociaciones, puede comprenderse que a pocos meses de que se reunieran Giorgi y Pimentel –el 9 de diciembre pasado– para analizar una mayor integración de sus economías, el ministro brasileño afirme que “es difícil lidiar” con sus pares argentinos. Pimentel se adelantó además a la decisión del gobierno nacional de solicitar a los importadores una declaración jurada de estas operaciones (ver aparte). “No se iniciarán negociaciones hasta que las medidas entren en vigor”, informó Pimentel.
Durante una rueda de prensa que ofreció ayer para presentar este régimen que comenzará a operar en febrero, Echegaray recordó que existe una decisión del Mercosur de 2004, la cual habilita a sus socios a solicitar información anticipada sobre las importaciones. “La relación bilateral es buena. Por ahí se están adelantando opiniones sobre lo que podría pasar de algo que es una herramienta de nueva generación”, señaló el funcionario. “No veo un problema. Si miro los movimientos de comercio exterior, con crecimiento de las importaciones desde nuestros vecinos, entonces creo que hay más declaraciones, más opinión, que inconvenientes”, agregó.
Por su parte, Giorgi dijo que “en las relaciones comerciales con Brasil, tanto bilaterales como en el ámbito del Mercosur, siempre hemos seguido las pautas normativas de los tratados regionales y las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC)”. “En dichos ámbitos Argentina busca reequilibrar el comercio y la industrialización regional, requiriendo el acceso al mercado brasileño y pidiendo la eliminación de las múltiples barreras paraarancelarias existentes para el ingreso de nuestros productos al país vecino, al tiempo que defendemos nuestra producción de la competencia desleal implícita en los incentivos” que ese país aplica, detalló.
En 2011, ambos países alcanzaron un comercio bilateral record de 39.616 millones de dólares, lo que representa un incremento del 20 por ciento en relación con el año anterior. En el acumulado del año, las importaciones argentinas desde Brasil ascendieron a 22.710 millones de dólares, un 23 por ciento superiores a las de 2010. Brasil es también el principal proveedor total de Argentina (explicando el 30 por ciento) y de manufacturas de origen industrial (33 por ciento). “En el caso de las medidas proteccionistas, Brasil aplica a Argentina Licencias No Automáticas (LNA) por el 44 por ciento de nuestras exportaciones, y Argentina sólo lo hace en el 15 de las ventas brasileñas”, explicaron desde Industria.
“Las cifras del comercio bilateral no convalidan ese nivel de reclamo”, aseguró De Mendiguren, quien recordó que Brasil “lleva más de 80 meses de una balanza comercial netamente favorable”. “Me parece, por lo menos, exagerado. En la crisis que hoy el mundo está viviendo, no conozco un solo país que no administre su comercio”, señaló el empresario, a quien se lo encontró muy activo en la red Twitter discutiendo estos temas. “En los ’90 la Argentina actuaba en favor del importador, a favor del empleo externo. Ahora se opta por la producción nacional”, publicó. Para el gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce, “nada sorprende; si hay un campo en el que la ley de causa y efecto se cumple es en el comercio exterior”. “A una medida que se anuncia en una determinada dirección, las reacciones son proporcionales e inversas. Esto con Brasil es un espacio conocido en el vínculo”, consideró el directivo.
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