El Banco Central está preparando nuevas medidas para el sistema financiero. Alfonso Prat Gay adelantó ayer que el paquete a anunciarse dentro de un mes incluirá penalizaciones a los bancos cuya exposición en dólares sea distinta a la requerida por la autoridad monetaria. También se fijarán nuevas metas de capitales mínimos para las entidades financieras. El funcionario destacó que su objetivo es “normalizar” el sistema antes de que expire su mandato, dentro de un año y medio. “Se está tratando de trazar una línea entre lo viejo y lo nuevo”, apuntó.
Prat Gay expuso durante un almuerzo reservado para financistas en el marco del IV Simposio Anual sobre Seguros de Depósitos, organizado por Sedesa. Frente a las críticas de diversos especialistas, volvió a defender la política de fijar metas de inflación (inflation targeting) para adecuar la política monetaria. Sobre este punto, relativizó la importancia de que las actuales tasas de interés sean elevadas. “No impactan en la actividad económica porque no hay crédito”, explicó.
El funcionario dejó entrever que redefinirá las metas monetarias pactadas con el Fondo, aunque defendió la dureza de esas pautas. “Es un seguro barato frente a la incertidumbre. Y es barato porque, mientras no haya crédito en la economía, como sucede actualmente, las tasas de interés altas no impactan en la actividad”, añadió.
A su turno, Stefan Ingves, director del Departamento de Asuntos Monetarios y Cambiarios del FMI, fue previsible: reclamó la urgente compensación a los bancos, un tema que el Gobierno dejó en manos del Congreso. “Es imprescindible que se avance con este proceso para completar los balances bancarios y determinar cuál es el estado de solvencia de las entidades”, pidió. Ingves solicitó al Central una urgente identificación de los “bancos viables y los que no lo son”. “Algunas entidades deberán reestructurarse, otras fusionarse y algunas tendrán que liquidarse”, agregó.
En esa misma línea opinó José Jaime, titular de Sedesa. “Que no nos falte coraje para tomar las medidas necesarias para sanear el sistema financiero”, reclamó desde el estrado. Jaime deslindó críticas al sostener que la entidad puede atender casos puntuales pero no crisis sistémicas “como la que nos tocó enfrentar”. Sedesa cuenta con un patrimonio de 700 millones de pesos para enfrentar la reestructuración.