ECONOMíA
› EUFORIA EN LA BOLSA. BAJA EL DOLAR
Ya festejan a cuenta
Como anticipándose a los resultados electorales del domingo, que según las encuestas favorecerían a los candidatos pro mercado, la city empieza a vivir un clima de fiesta.
› Por Claudio Zlotnik
Los financistas desataron su propia fiesta por anticipado. Las últimas encuestas confirman que sus candidatos favoritos, Carlos Menem y Ricardo López Murphy, serían los protagonistas del ballottage y ese encanto de los inversores tiene pleno impacto en los precios de los activos financieros. El dólar volvió a mostrar una fuerte caída, esta vez de cinco centavos, y quedó en 2,83 pesos para la compra y 2,87 para la venta, el nivel más bajo en el último año. En dos días, la moneda estadounidense perdió 9 centavos, equivalente al 3 por ciento. Y hubiese caído más de no ser por la intervención del Banco Central. Las acciones también volvieron a ascender, esta vez un 1,3 por ciento.
Para impedir una baja más importante del dólar, el Central adquirió 46,6 millones de dólares en el mercado. Básicamente de empresas y bancos que se desprendieron de billetes verdes. Esta adquisición de la autoridad monetaria cuadruplicó el promedio del último mes. En el mercado de futuros, el tipo de cambio está más abajo: 2,85 pesos por dólar, lo que da cuenta de que los financistas empezaron a destapar champán antes de que se cuenten los votos.
El clima de euforia se evidencia también en el mercado de acciones, donde los papeles líderes aumentaron 8 por ciento en promedio en dos días y en el costo del dinero. Ayudadas por el escaso éxito en la apertura del corralón, las tasas de interés pasivas cayeron cuatro puntos en una semana: del 24 al 20 por ciento anual promedio para los plazos fijos a 30 días. También cedieron las tasas en la licitación de Letras del Banco Central.
Roberto Lavagna reaccionó frente a la percepción de los financistas de que Menem y López Murphy llegarán a la segunda vuelta. Acusó que esa idea forma parte de una “obvia operación mediática” que está “monitoreada por empresarios del sector financiero que se beneficiaron durante los años ‘90”, mientras gobernó el menemismo. El ministro no identificó a esos empresarios. A su vez, ofreció su propia explicación sobre el boom financiero: “La recuperación que estamos viendo de la industria es una razón positiva para que los mercados reaccionen bien. Sucede en cualquier país normal del mundo”, señaló.
En la city sostienen que un triunfo de Menem o de López Murphy facilitará los negocios. La agenda contemplaría la demanda del sector financiero: compensaciones a los bancos, aumentos de tarifas y bonos compulsivos a aquellos que no acepten salir voluntariamente del corralón son algunos ejemplos.
Un importante directivo de un banco extranjero aceptó dialogar con Página/12 sobre las elecciones que se vienen y su impacto en el mercado. El banquero aseguró que, triunfe quien triunfe, la vuelta del crédito será muy paulatina. En el corto plazo se limitaría a los préstamos a menos de un año para consumo. Los prendarios, en cambio, estarían impulsados más por las terminales automotrices, con financiación de sus propias casas matrices, antes que por los bancos. Según el banquero, habrá que esperar un par de años para la reaparición de los créditos hipotecarios, que no serían a más de diez años.
En medio de la euforia, el banquero reconoce límites: ningún gobierno, aun cuando sea el más mimado por los financistas, conseguiría fondos frescos del exterior. A lo sumo, razonó el ejecutivo, los organismos internacionales refinanciarían los vencimiento de deuda. Esa misma impresión dejó trascender ayer Lavagna durante un reportaje radial.
Por último, el ejecutivo admitió que existe un grupo de entidades financieras extranjeras que evalúan desinvertir en el país. Y que la decisión la tomarán una vez que se conozca el resultado de las elecciones y se termine con las compensaciones pendientes al sistema financiero.