Roberto Lavagna se plantó firme frente a los reclamos de los dirigentes agrarios, que pretenden ajustar sus balances por la evolución de la inflación para pagar menos impuestos. “El tema está cerrado, hay que presentar las declaraciones impositivas. Si hay dos sectores que salieron muy favorecidos el último año son el agro y el petrolero. Por eso no vamos a aceptar ningún reclamo”, afirmó el ministro. Sin embargo, Coninagro, una de las principales confederaciones de ruralistas, se reunió con Néstor Kirchner y aseguró en un comunicado que el candidato del oficialismo se comprometió a “resolver el problema impositivo que afecta al sector” en caso de ser electo presidente. Mientras tanto, los hombres del campo realizaron movilizaciones en el interior del país para presionar al Gobierno.
Una treintena de tractores y doscientas camionetas recorrieron la ciudad pampeana de General Pico, en repudio a la indiferencia oficial respecto de no implementar políticas crediticias y modificaciones tributarias para el agro nacional. Con la presencia de Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, una multitud de chacareros pampeanos desafió la intensa lluvia para concretar la primera protesta en el marco del plan de lucha y estado de sesión permanente dispuesto por la entidad una semana atrás. La FAA, junto a Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y la Sociedad Rural decidieron romper el diálogo con el actual gobierno ante la falta de respuestas.
Lavagna está convencido de que los reclamos del agro son uno más de la lluvia de lobbies que se desató sobre el gobierno de Duhalde en las últimas semanas, en busca de alguna prebenda extra de último momento. En este sentido, enfatizó que no aceptará el pedido del sector de ajustar sus balances por inflación para pagar menos impuesto a las ganancias. “Sólo hay que ver el precio de los campos: están prácticamente al nivel que estaban durante la convertibilidad. Hay que ponerle límite a la voracidad de algunos sectores”, sostuvo el ministro. Y argumentó que “salvo un período muy corto de los cuatro meses iniciales del año pasado, no podemos hablar de un nivel de inflación que merezca ajustar balances; por el contrario, si reintrodujéramos mecanismos automáticos de indexación estaríamos generándola. Por lo tanto, no habrá ajuste para nadie”.
Sin embargo, los dichos de Lavagna no se compadecen con lo señalado ayer mismo por el candidato por el Frente para la Victoria. “Kirchner demostró conocimiento del problema y admitió la razonabilidad de nuestro rechazo a pagar impuestos sobre ganancias ficticias”, dijo el presidente de Coninagro, Mario Raiteri, luego del encuentro realizado con el gobernador patagónico en la Casa de Santa Cruz. El candidato prometió “gestionar una revisión del tema” ante el Gobierno nacional y “nosotros, por nuestra parte, a partir del lunes seguiremos hablando del asunto con quienes resulten consagrados para la segunda vuelta”, apuntó Raiteri.