Sáb 16.02.2002

ECONOMíA  › SE AMPLIARA EL MENU PARA LOS PLAZOS FIJOS DEL CORRALITO. SE PODRAN MOVER ENTRE BANCOS

Una ventanita de respiro al dinero encarcelado

A principios de semana, el Banco Central anunciará una flexibilización del corralito para plazos fijos. Se permitirá la transferencia del certificado entre bancos para la compra de un inmueble o un auto. Pero también ya se definen operaciones en la city que prometen la entrega de dinero con un desagio sobre el capital. Página/12 revela cuáles son esas principales “ofertas”.

› Por Claudio Zlotnik

Mario Blejer, presidente del Banco Central, adelantó que entre pasado mañana y el martes pondrá en marcha una nueva flexibilización del corralito. Será el puntapié para concretar negocios con el dinero encerrado. Con los certificados, los dueños de plazos fijos podrán comprar bienes registrables (inmuebles, autos o motos, por ejemplo), cancelar deudas bancarias y transferir esos depósitos entre bancos, siempre y cuando medie la adquisición de algunos de esos activos. Los ahorristas también tendrán la chance de convertir los certificados en billetes contantes y sonantes, siempre y cuando estén dispuestos a admitir fuertes descuentos. De hecho, y según un relevamiento hecho por Página/12, en los bancos ya se están preparando para ganar la pelea con un variado menú. El apuro del Gobierno por enviar señales motivadoras de la economía coincide con la presión alcista que ayer sufrió el dólar. La moneda estadounidense cerró a 2,05 pesos para la venta, tras alcanzar un máximo de 2,15 a media tarde. La precisa intervención del Central, vendiendo dólares billete a cambio de recibir dólares transferencia, quitó precios en la plaza.
La creación de un mercado con los plazos fijos ya figuraba en el decreto 214 que el Gobierno dio a conocer hace un par de semanas. Desde entonces, en las inmobiliarias y en los bancos aguardan la instrumentación de las medidas. No ocurre lo mismo en las concesionarias ni en las terminales automotrices, que no aceptarían vender vehículos contra plazos fijos que empezarían a cobrar recién el próximo año porque fueron reprogramados. La novedad dada ayer por Blejer desde Nueva York es que se permitirá la transferencia de plazos fijos entre bancos, siempre y cuando ese movimiento esté ligado a la compra de un bien registrable. La condición es que la entidad financiera que reciba el depósito se verá obligada a inmovilizar la totalidad de los fondos recibidos.
Blejer y los directores del Banco Central definirán la instrumentación pasado mañana, no bien el titular del BCRA baje del avión. La urgencia de los técnicos para poner en funcionamiento el nuevo esquema obedece a un pedido expreso de Eduardo Duhalde, quien busca la forma de calmar los ánimos de los ahorristas acorralados y, en forma simultánea, la manera de revivir la economía.
Según la recorrida efectuada por Página/12, la lista de negocios que podrán realizarse con los plazos fijos es la siguiente:
Compra del plazo fijo. Hay inversores que cambiarán los plazos fijos por efectivo. La quita estimada será de entre 40 y 55 por ciento. Este monto sufrirá un desagio adicional según el banco en el cual fue emitido el plazo fijo.
Sustitución del plazo fijo por una hipoteca privada. Se entrega el certificado a un inversor-prestamista. El titular del plazo fijo irá cobrando en cuotas, a medida que también cobra por el crédito hipotecario otorgado por el inversor-prestamista. La ganancia de éste es que se quedará con una parte del plazo fijo. El ahorrista, en tanto, cobrará antes que se hubiera ajustado a la reprogramación del Central.
Transferencia del plazo fijo a empresas de primera línea. Con el plazo fijo, la compañía paga su deuda bancaria. Y se compromete a devolverle el dinero al ahorrista al término de un año pagando una tasa de interés del 10 por ciento anual (superior al 7 por ciento que el ahorrista recibiría del banco). Si la empresa tuviese que endeudarse en el sistema financiero pagaría un costo del 30 al 35 por ciento anual.
Rescate del plazo fijo en efectivo a través de la adquisición de un inmueble. El compromiso del gestor es a revender la propiedad en el plazo de 90 a 180 días. La operación depende de que se encuentre a un comprador que pague en efectivo. Lo atractivo es que el inmueble se coloca a un precio de remate (aproximadamente la mitad de su valor real). Sumado al 15 por ciento de comisión que se lleva el intermediario, ésta es la pérdida que debe asumir el ahorrista.
Compra II. Se trata de los fondos pesificados en una cuenta a la vista. Como máximo, la operación abarca a 7000 pesos. A cambio de un cheque cancelatorio, el intermediario entrega 6020 pesos (se queda con una comisión del 14 por ciento, donde ya está incluido el impuesto a las transferencias bancarias). El “cuevero”, como se denominan a esos capitalistas en la city, consigue los fondos de las empresas “efectivo intensivas”, aquellas cuya recaudación diaria es importante, como las estaciones de servicios y las transportistas. Por la entrega de efectivo, estas compañías cobran entre 8 y 10 por ciento. Por esa renta pagan impuestos en el rubro “Ganancias de segunda categoría”.
Compra III. Por sumas superiores a los 20.000 pesos, de empresas o personas que poseen distintos plazos fijos, la comisión se eleva a entre 15 y 20 por ciento.
Inmuebles.
- Un grupo de bancos y desarrollistas inmobiliarios se adelantaron a las normas y ya salieron a ofrecer sus productos. Por lo general se trata de constructoras que tienen deudas con entidades financieras y que, a través de las inmobiliarias que comercializan los inmuebles, admiten el pago con plazos fijos de los mismos bancos a los que ellos les deben.
- Sin embargo, según lo anticipado por Blejer, los beneficios se ampliarán. Quienes posean certificados podrán abonar su vivienda sin importar el banco en que fue emitido el plazo fijo. Según dijeron a este diario fuentes del mercado fueron pocas las entidades financieras que financiaron construcciones de viviendas. El ranking está encabezado por el Río, el BBVA Banco Francés y el HSBC.
- Cuando estos bancos reciban certificados de terceros deberán inmovilizar todos esos fondos. Es decir, no los contarán como recursos para dar nuevos préstamos. A su vez, la entidad donde se constituyó el plazo fijo giraría el dinero de acuerdo al cronograma de reprogramación pautado. Si la obligaran a pagar ese compromiso “de golpe”, correría serios riesgos de subsistencia.
- Por tal motivo, lo más probable es que el Banco Central le proporcione los fondos a través de redescuentos u otro mecanismo por el cual se garantizaría el repago.
Autos. Las concesionarias y las fábricas se niegan a recibir plazos fijos reprogramados. Niegan poseer capital suficiente para financiar la reprogramación de depósitos. Por tal motivo, reclaman que el Central les permita pasar a cuentas corrientes las ventas de vehículos. En el BCRA dijeron a este diario que el tema se analizará pasado mañana. En las terminales rechazaron que fueran las propias casas matrices las que se queden con los plazos fijos a cambio de brindar financiamiento.

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