ECONOMíA › UNA LíNEA INTERNA BUSCA DISPUTARLE ESPACIOS DE PODER A VENEGAS, TITULAR DE LA UATRE
Dirigentes del gremio que representa a los peones rurales buscan aunar fuerzas para competir con Gerónimo Venegas. Lo acusan de expulsar de las filas del sindicato a quienes denuncian su estilo de conducción.
› Por Sebastián Premici
“Los delegados provinciales de Uatre no son dirigentes, son empleados. No están ahí para realizar una construcción política a favor de los peones rurales. El Momo (Gerónimo Venegas, titular del gremio) les da un sueldo y fondos fijos, pero si no estás de acuerdo con él, te echan directamente. De esa manera, sigue controlando al gremio y la obra social.” Estas palabras corresponden a Orlando Obiedo, de la Agrupación de Trabajadores Rurales y Estibadores Sebastián Montoya, que junto a otra decena de dirigentes pretende ganar espacio dentro de Uatre o crear un nuevo gremio que represente a los trabajadores del sector, a instancias de la nueva ley del peón rural. Entre las filas de esta agrupación hay varios dirigentes que fueron echados por el Momo luego de formular denuncias sobre trabajo esclavo, irregularidades en la obra social y dentro del propio gremio. Entre ellos figuran Daniel Angelozzi (Santa Fe) y Juan Antonio (Salto), quienes dialogaron con Página/12.
“No hay libertad sindical y sí mucho autoritarismo. O hacés lo que ellos dicen o te pasa lo que me pasó a mí. Me echaron hace dos años. Estaba de acuerdo con el Gobierno y eso no les gustó. Tenía 35 años de trabajo dentro del gremio y casi 11 como delegado provincial. Hoy las empresas no me dan laburo por órdenes del Momo”, denunció Antonio. El pasado 21 de febrero, este diario publicó la historia de David Vázquez, un ex delegado de Uatre de la provincia de Mendoza que fue echado luego de denunciar la existencia de “cooperativas truchas”. Hoy Vázquez sigue sin trabajo.
Los dirigentes de la agrupación Sebastián Montoya están recorriendo todo el país (y buscando apoyo político) para lanzar formalmente la línea interna dentro de Uatre y poder competir contra la lista del Momo. “Podemos pedir un Congreso con el aval del 10 por ciento de los afiliados o seguir trabajando y prepararnos para 2014, ganar la mayor cantidad de seccionales y congresales y así disputarle poder a Venegas”, resumió Obiedo. A este grupo de trabajadores rurales y estibadores también lo apoyan el sindicato de horticultores y floricultores, representado por Ernesto Ojeda.
“La inteligencia de la oligarquía estuvo en la creación del (ex) Renatre, y poner al frente a un peronista campechano aliado de las entidades agropecuarias. Si el Estado no le hubiera regalado la fiscalización de los trabajadores a las propias entidades, seguramente no tendríamos la actual situación de precarización. La nueva ley, a la que todavía le falta la reglamentación, fue una forma inteligente que tuvo la democracia para dejar de lado una ley de la dictadura”, afirmó Ojeda.
Antes de la sanción del nuevo marco regulatorio, varios dirigentes de Uatre formularon en el Ministerio de Trabajo un pedido de intervención del gremio. Hay al menos dos expedientes (1478138 y 1478141). Uno de los argumentos para solicitar la intervención tenía que ver con el incumplimiento del artículo 67 del estatuto de Uatre, que es el que obliga a realizar elecciones de delegados de manera periódica.
“Cuando se enteró de la existencia de este pedido de intervención, el Momo armó una suerte de elección interna, recorrió el país, pero sin avisarle a ninguna autoridad nacional. Fue una maniobra para evitar cualquier intervención, ya que nunca había hecho elecciones de delegados”, explicó Carlos Isequilla a Página/12, quien presidió la delegación de La Pampa hasta que fue echado por el Momo Venegas. Isequilla denunció el mecanismo que aplicaba el Momo “para inflar el padrón de afiliados, recaudar fondos que luego distribuía entre los directores de la entidad y vaciar la obra social”.
El 24 de abril de este año, el gerente de la obra social de Uatre, Mauricio Pascuali, emitió una comunicación interna a todas las delegaciones del país instando a que se realizaran denuncias “por mal desempeño” al ex Renatre. “Quiere juntar como 6000 denuncias para intentar recuperar la entidad. Los delegados son apretados y muchos ya aprendieron a callarse”, narró Obiedo.
Sin el Renatre, y tras la derrota electoral de Eduardo Duhalde, el Momo se alineó con Hugo Moyano, titular de la CGT, como una forma de canalizar su rechazo hacia el gobierno nacional. Moyano lo volvió a recibir entre los suyos a cambio de los 67 congresales que le aportaría en su interna dentro de la CGT.
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