La situación actual del mundo nos está indicando que es la hora de apostar por la economía real y dar por tierra con la especulación financiera. Durante mi participación en foros como la OIT y el G-20 pude observar las consecuencias adversas provocadas por el modelo sustentado casi exclusivamente en la lógica broker. El objetivo en estos tiempos es construir un nuevo camino para volver a sustentar modelos económicos basados en la economía real.

El desconcierto a nivel internacional que estamos viviendo nos invita a reflexionar sobre las causas y consecuencias de una crisis que día tras día aumenta su halo de influencia negativa. Basta con ver los 100.000 millones de euros otorgados a España para sanear la banca –y el posterior nulo rebote en “los mercados”– como para advertir que si el mundo quiere salir del desaguisado, es necesario probar nuevas recetas. Los recursos e ideas deberán estar enfocados en una única dirección: la producción.

Pero elegir este camino implica comprometerse con el apostar, jugarse a un modelo sin magia instantánea ni generación de riqueza basada en artificialidades endebles. Optando por el mismo camino que ya conocemos, siempre se llega al mismo lugar; con el agravante de consecuencias aún peores para los países y sus ciudadanos.

Desde la UIA sabemos cómo sumar nuestro esfuerzo en la apuesta por una Argentina desarrollada: hoy nos daremos cita en la jornada “Los parques industriales, un camino para la competitividad y el desarrollo”. Industriales, gobernadores y funcionarios nacionales y provinciales estaremos reunidos para pensar el rol estratégico de los parques industriales en el modelo de desarrollo que queremos para la Argentina. La clave es diseñar un país que agregue valor, capaz de aumentar constantemente la inclusión sobre el crecimiento, la distribución y la integración.

Sin herramientas sistémicas capaces de abordar la complejidad de una salida productiva pensada en el largo plazo, no podremos enfrentar los nuevos desafíos que el mundo propone. Y será clave comprender que uno de los ejes más importantes en este proyecto lo componen el diverso entramado de pymes que se encuentran alojadas en nuestro territorio. La UIA ha venido generando a lo largo de estos años más de 150 iniciativas para contener y desarrollar a este tipo de empresas, que han sido históricamente generadoras de valor agregado y empleo en nuestro país.

Por eso nuestro afán integrador de recorrer cada rincón del país para incentivar el involucramiento de todos los sectores productivos en el armado de un tejido de parques industriales cada vez más grande. Ejemplos como Salta, Entre Ríos y Santa Fe son muestras de la dimensión que están cobrando estos emprendimientos. Y en esa tarea resulta esencial apuntalar a los jóvenes emprendedores de cada región, porque la puesta en marcha de iniciativas como esta necesita de la fuerza y el empuje de la juventud para llegar a sostenerlas en el tiempo.

Incentivar la producción es aumentar los puestos de trabajo, es incluir armónicamente a través del desarrollo. Y esto sólo se logra coordinando liderazgos regionales y nacionales para que colaboren en un proyecto anclado en la producción de bienes y servicios. Por eso resulta clave que aboguemos por instancias tripartitas capaces de amalgamar las necesidades de todos los integrantes de un colectivo diverso como la Argentina.

El poder destructivo de los espejismos financieros especulativos se neutraliza apostando al financiamiento de una economía productiva capaz de generar valor y trabajo. A la “contabilidad creativa” de las calificadoras de riesgo se le contrapone un modelo de desarrollo acorde a las virtudes y particularidades que cada país tiene dentro y fuera de sus fronteras. Apostando hoy, sin atajos ni diatribas ilusorias, se construye futuro. La especulación sin planificación, ya sabemos, dilapida el presente hipotecando el futuro. Es momento de apostar.

* Empresario. Presidente de la Unión Industrial Argentina.