La actividad económica cayó en forma interanual 0,5 por ciento en mayo y mostró así el primer resultado negativo en treinta y cuatro meses, según informó ayer el Indec. El anterior registro de baja se verificó en julio de 2009, etapa de pleno impacto de la crisis internacional. En forma similar a aquella oportunidad, la comparación anual se realiza frente a períodos con niveles de producción muy altos. La caída en la inversión, el parate de ciertos sectores por la retracción en la demanda brasileña y la incertidumbre general explican el resultado agregado. En la comparación frente a abril, la economía nacional avanzó 0,2 por ciento y acumula en el año un alza de 3 por ciento. Por su parte, días atrás, Brasil, principal socio comercial, divulgó una estimación sobre los datos de actividad económica que muestran una suba de apenas 0,9 por ciento en el acumulado hasta mayo.

La dinámica de la economía brasileña es muy relevante para la industria manufacturera local. En forma directa incide sobre las ventas de las automotrices, que de por sí tienen un peso importante en el índice industrial, y afecta además al complejo siderúrgico y metalúrgico, y la producción de plástico. Brasil también compra a la Argentina alimentos provenientes de economías regionales. La baja de las exportaciones hacia el país vecino está relacionada no sólo con el escaso avance de esa economía sino, también, con la política comercial que la administración de Dilma Rousseff reforzó como protección frente a la crisis internacional, lo que generó pujas con el gobierno nacional, que hizo lo propio.

Las exportaciones de autos a Brasil cayeron en mayo 45,7 por ciento, destino hacia donde se dirigen 2 de cada 5 autos fabricados en el país. Eso produjo que la producción interna de autos bajara 21,2 por ciento. Junto a la metalmecánica, que cayó 9,9 por ciento, siderurgia (-7,5 por ciento), fabricación de neumáticos y manufacturas del plástico (-5,1) y el tabaco, fueron los sectores que registraron bajas anuales en mayo y que determinaron que la actividad industrial en general, componente central del PBI, haya registrado una merma de 4,5 por ciento en ese mismo período.

Una buena noticia para el sector automotor se conoció ayer, ya que Brasil liberó el ingreso de 6500 autos producidos en Córdoba, luego de una demora de 90 días. La filial local de Fiat espera exportar hasta fin de año 78 mil unidades. En general, durante el último mes, las terminales lograron normalizar sus envíos.

También la construcción es un segmento de la actividad que está con problemas. La caída de 8,8 por ciento en mayo está vinculada con la incertidumbre económica generada por la crisis internacional y también por el control a las importaciones y el cepo cambiario aplicado por el gobierno, medidas que fueron tomadas para minimizar la salida de dólares y proteger el resultado de divisas en cuenta corriente. Por fuera de los sectores vinculados con la industria automotriz y la construcción, el comportamiento fue positivo. Alimentos y bebidas avanzó en mayo 7,8 por ciento, el sector textil lo hizo en un 2 por ciento, similar a papel y cartón y productos minerales no metálicos. Edición e impresión avanzó 0,4, la industria química; 0,9, y producción de petróleo, 3,3 por ciento.

Mejor desempeño que la industria mostró en mayo la provisión de servicios. Según el Indec, las ventas a precios constantes en los supermercados crecieron 13,1 por ciento en forma anual. En tanto, la actividad en los shoppings creció 10,1 por ciento en el mismo período. En el sector externo, las exportaciones bajaron 7 por ciento en el mes, por encima de la caída en las importaciones, de 5 por ciento, de modo que el resultado comercial fue menor que el de mayo de 2011, lo que contribuyó a la retracción de la actividad económica. Además de la baja de 12 por ciento en las ventas al exterior de manufacturas industriales, los productos primarios cayeron 11 por ciento por la caída en las colocaciones de aceite, porotos de soja, oro y cobre.