Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer que el precio de gas en boca de pozo para el suministro de GNC subirá de 15 a 60 centavos el metro cúbico, un 300 por ciento. El ajuste les reportará 900 millones de pesos a las petroleras y 119 millones a las provincias hidrocarburíferas en concepto de regalías. “Este incremento va a ser a cambio de inversiones para explorar nuevos pozos de gas”, subrayó la jefa de Estado durante la inauguración de una planta de hidrotratamiento de gasoil en Ensenada (ver aparte). Los precios para los automovilistas recién aumentarían dentro de treinta días.

Es la primera medida que toma la flamante Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del sector petrolero que integran el viceministro de Economía, Axel Kicillof; el secretario de Energía, Daniel Cameron, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El objetivo es incentivar las inversiones para poder incrementar la extracción. La estatal YPF es la principal beneficiada porque, según remarcó la Presidenta, controla el 50 por ciento del mercado.

Cristina Fernández de Kirchner justificó el anuncio al mostrar un cuadro donde se podía observar que desde 1996 el precio que cobran las estaciones expendedoras de GNC aumentó 156 por ciento, mientras que el precio en boca de pozo que recibe el productor por ese gas osciló apenas de 13 a 15 centavos el metro cúbico. Ese dato también sirve para explicar por qué la cámara de GNC que nuclea a los expendedores aceptó no trasladar automáticamente la suba anunciada ayer al consumidor final del combustible. “En los próximos 30 días vamos a estudiar todas y cada una de las situaciones de las empresas estacioneras”, afirmó la Presidenta. No obstante, reconoció implícitamente que aumentará el precio al afirmar que se busca un mayor equilibrio con las fábricas que demandan gas y que muchas veces se ven afectadas por cortes. Los autos a GNC consumen en la actualidad unos 7,5 millones de m3 de gas natural, cerca del 10 por ciento del total.

En la actualidad, la brecha entre los precios del gas y las naftas llega al 70 por ciento en algunos casos. Esa situación llevó a que muchos automovilistas se hayan pasado a GNC. Sólo el año pasado, la cantidad de vehículos propulsados a gas creció un 40 por ciento, llegando a cerca de dos millones. De hecho, Argentina es el segundo país a nivel mundial con cantidad de autos a GNC y el primero si se toma en cuenta la relación entre cantidad de autos con GNC por habitante. Los empresarios del sector reconocen que el boom se explica por el diferencial de precios, que luego del ajuste igual va a seguir existiendo, aunque también destacan que los nuevos equipos de GNC ofrecen un rendimiento similar al de los motores nafteros originales.