“Se necesita una ley de ética pública para el cuarto poder, para conocer simplemente si reciben dinero de alguna empresa, y que lo digan. O si tienen alguna intención política”, afirmó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La mandataria formuló estas reflexiones luego de señalar que un familiar del periodista del Grupo Clarín Marcelo Bonelli había cobrado de YPF 240.000 pesos por año, y un total de un millón de pesos desde 2008, en concepto de “publicidad no convencional”. “Los que más necesitan ser creíbles son ustedes, los periodistas. Yo no voy a mover un centímetro para hacer una ley así. Ustedes deberían juntarse en un foro y presentar una ley”, sostuvo la Presidenta al final del acto, durante una rueda de prensa.

“Si vos transmitís la realidad sobre una empresa pero no decís que te paga plata, no trasmitís la realidad. ¿Alguien diría algo en contra de la empresa que te paga?...Si me hacés preguntas sobre tal empresa y después me entero de que te dan dinero de esa misma compañía y no lo decís, realmente hay una mala praxis profesional”, afirmó Cristina.

La mandataria apuntó a transparentar los vínculos políticos y económicos detrás de los medios de comunicación (y de los periodistas). En este sentido, citó el caso de la prensa norteamericana que suele expresar públicamente al candidato presidencial que apoyará en cada elección, tradición que no es seguida en la Argentina, salvo excepciones.

El caso de Bonelli no es el único. La Presidenta contó que, cuando el Estado tomó el control de YPF, encontró registros de pagos por más de 10 millones de pesos, en concepto de “publicidad no convencional”, para varios periodistas. “Cualquiera puede recibir un sueldo de cualquiera, pero debe publicarlo. ¿Qué pasaría si te enterás que yo recibo un sueldo de Shell o de Esso? Quizá vaya procesada”, ironizó la mandataria. “Si te pagaba Repsol, por lo menos callate la boca”, agregó, en alusión a Bonelli.

Detrás de las palabras de la Presidenta está la idea de discutir el concepto de “responsabilidad” en el manejo de la información pública por parte de los comunicadores, discusión muchas veces soslayada por los medios de comunicación hegemónicos.

“La inmensa mayoría de los periodistas son honestos. Hay miles de pibas y pibes jóvenes que creen en su profesión, Por eso considero que deberían juntarse y presentar un proyecto de ley. Yo ni siquiera voy a mover un centímetro de pluma para hacerlo. Si no se animan, ya vendrán otros que sí. A mí no me van a poner el sayo de censura. Yo no me quedé con ninguna empresa mediante tortura, ni robándosela a otros con procedimiento de la dictadura militar”, concluyó la mandataria.

Si bien la Presidenta dijo que ella no mandará un proyecto de ley, en el Congreso hay varias iniciativas que hablan de la responsabilidad de los comunicadores, ya sean periodistas u ONG, de informar si reciben dinero de empresas privadas.

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