El Frente para la Victoria consiguió el dictamen de mayoría para el proyecto del Presupuesto 2013, que será tratado en el recinto el próximo 10 de octubre. La iniciativa enviada por el Ejecutivo prevé un crecimiento de 4,4 por ciento. Los vencimientos de deuda serán cancelados mediante el Fondo de Desendeudamiento, para lo cual el Banco Central girará 7967 millones de dólares de reservas. El Ejecutivo también podrá utilizar los fondos de la autoridad monetaria para la adquisición de bienes de capital para empresas estratégicas, como YPF o Arsat. La inflación para el año próximo fue calculada en 11,2 por ciento y el tipo de cambio promedio se ubicaría en 5,10 pesos, lo que no implica que termine en esa cotización. El radicalismo se retiró de la Comisión de Presupuesto antes de que se pasara a la firma el dictamen y cuestionó que no se hayan invitado más funcionarios.

Según el texto del Presupuesto, en 2013 habrá un superávit comercial de 13.324 millones de dólares. Las ventas al exterior representarán 92.846 millones de dólares (con una suba de 9,5 por ciento) y las importaciones fueron calculadas en 79.522 millones (más 9,2 por ciento). “En etapas de recesión el objetivo es proteger la actividad y para ello hay distintos grados de protección que permiten un mejoramiento de las cuentas externas: limitando las importaciones y ganando en competitividad en las exportaciones”, había señalado Lorenzino durante la presentación oficial del Presupuesto 2013.

De la totalidad del gasto público (628.629 millones de pesos), la Administración Nacional destinará el 62,9 por ciento a los llamados servicios sociales, es decir 395.607 millones de pesos a educación, asistencia social, salud, trabajo, vivienda, agua potable y ciencia y técnica. Estos recursos tendrán un crecimiento de 20 por ciento en relación con lo presupuestado el año pasado. Por otro lado, los servicios económicos representarán el 16,3 por ciento del total del gasto (102.572 millones). Esto abarca transferencias para energía, transporte, agricultura, industria y comercio.

“Para sostener la economía hay que poner el gasto público al servicio de la producción y el empleo”, sostuvo Kicillof durante la reunión del miércoles pasado. El funcionario también fustigó a los economistas que siguen defendiendo la vía del “endeudamiento externo” para financiar las políticas públicas. “La especulación se mueve de un país a otro. Cuando tomamos medidas para frenar esa especulación, de repente surgen los sectores que quieren que todo sea libre, que haya libre disponibilidad de divisas. En este presupuesto preservaremos nuestra economía y las conquistas alcanzadas”, agregó el secretario de Política Económica.

La reunión de ayer duró poco más de dos horas. El oficialismo apresuró el debate y pasó a la firma el dictamen. La oposición cuestionó la rapidez del trámite. “Esta regla brutal de la construcción política deja afuera la posibilidad de construir alianzas para el proceso de transformación que la Argentina necesita”, sostuvo Claudio Lozano, de Unidad Popular, antes de retirarse de la sala y cuestionar que el tratamiento del proyecto haya sido a “libro cerrado”. La semana pasada, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, estuvo en la comisión que preside Roberto Feletti (FpV) explicando el Presupuesto 2013 por casi diez horas.

Varios legisladores, entre ellos Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica) y Gustavo Ferrari (peronismo disidente) no terminaron de escuchar la presentación del funcionario y se retiraron antes del recinto. Lo mismo había hecho el macrista Jorge Triaca, quien se fue antes de que tomaran la palabra los secretarios de Hacienda y Finanzas, Juan Carlos Pezoa y Adrián Cosentino, respectivamente.