La Unión Industrial Argentina demandará esta semana a los ministerios de Economía y Relaciones Exteriores el establecimiento de salvaguardas entre los países que integran el Mercosur. Actualmente sólo existe la posibilidad de establecer esta barrera para productos que provienen desde fuera de la Unión Aduanera. El objetivo de la entidad fabril es proteger a algunos sectores que comenzaron a reactivarse con la devaluación, como calzados, textiles y alimentos, pero cuya evolución podría verse afectada por variaciones en el tipo de cambio, tanto por una devaluación del real como por una revaluación del peso.
Las salvaguardas consisten en el establecimiento de aranceles o cuotas aduaneras temporarias que tienen por objeto evitar daños en sectores específicos como consecuencia del ingreso masivo de productos extranjeros. Su objetivo teórico es dar a la industria local la posibilidad de alcanzar los estándares internacionales, o en su defecto brindar márgenes temporales para su posible reconversión. Hasta ahora sólo podían establecerse medidas de este tipo en coso de comprobarse situaciones de dumping (vender en el mercado de destino a precios inferiores a los del mercado de origen). De acuerdo a lo señalado por fuentes de la UIA a este diario el objetivo es evitar que al interior de la Unión Aduanera se produzcan efectos similares a los provocados por la convertibilidad.
Las medidas arancelarias parecen contraponerse al nuevo espíritu de integración económica regional expresado por el presidente Néstor Kirchner y otros mandatarios latinoamericanos. Sin embargo, desde la UIA negaron que las medidas arancelarias interfieran con la integración. Antes bien, se trataría de “dar un margen de previsibilidad a las inversiones” que estarían impulsadas por las expectativas generadas por el nuevo gobierno. Sin embargo, podría tratarse de una simple medida proteccionista destinada a sectores cuya competitividad externa no se vincula a su productividad intrínseca, sino a las condiciones extraordinarias emergentes del tipo de cambio. Pero esto deberán decidirlo Roberto Lavagna y Rafael Bielsa.
Entre los sectores que pugnan por protección se destacan calzados, textiles, indumentaria, papel, alimentos y maquinaria agrícola. Puesto que las medidas serían de aplicación en todos los países miembros, también hay sectores industriales brasileños interesados.