Los gobiernos de la Argentina y China terminaron de negociar un acuerdo de intercambio de información aduanera. El convenio que todavía debe ser aprobado por las autoridades chinas y, según estiman en AFIP, estará en marcha antes de fin de año, contribuirá a desmontar operaciones de evasión y elusión fiscal. El organismo que encabeza Ricardo Echegaray investiga actualmente casos de subfacturación y sobrefacturación de importaciones y exportaciones que permiten a las grandes empresas reducir sus pagos de impuestos y magnificar beneficios fiscales. Entre los sectores bajo análisis del organismo se destacan las multinacionales cerealeras y sus traders o intermediarios, así como laboratorios y bodegas. Las autoridades argentinas informaron que están ultimando detalles con Hong Kong, uno de los principales paraísos fiscales asiáticos, para firmar un acuerdo de intercambio de información tributaria. Además detallaron que el convenio de intercambio de información con Uruguay entrará en vigencia el próximo 7 de febrero.

En los últimos años, China se convirtió en un socio estratégico y el flujo comercial bilateral experimentó un incremento significativo. Segundo destino de las exportaciones y origen de las importaciones detrás de Brasil, las ventas hacia la potencia asiática están concentradas por los commodities y manufacturas agropecuarias, mientras que entre las compras se destaca la maquinaria, los aparatos eléctricos y los bienes intermedios.

El saldo comercial bilateral arrojó el año pasado un déficit para la Argentina de 4500 millones de dólares, similar al de 2011. Según el Indec, durante 2012 las exportaciones a China contabilizaron 5490 millones de dólares, una baja de 16 por ciento interanual producto de la caída en las ventas de porotos de soja por la merma en la producción local. Las importaciones llegaron hasta 9986 millones de dólares, con una leve disminución de 6 por ciento. La magnitud del intercambio y la relevancia de los jugadores involucrados, como cerealeras, laboratorios y grandes importadores, llevaron a la AFIP a buscar más herramientas para profundizar la fiscalización de los flujos comerciales bilaterales.

El acuerdo aduanero internacional sellado la semana pasada durante una visita de Echegaray a China, donde se reunió con Yu Guangzhou, ministro de la Administración General de Aduanas de ese país, complementa el convenio tributario que está en vigencia desde septiembre de 2011. Desde AFIP explicaron que el acuerdo “permitirá fortalecer el comercio seguro y transparente entre ambos países, erradicando las distorsiones que producen algunos grupos concentrados multinacionales al interponer traders o intermediarios sin sustancia económica cuando diagraman estrategias de planificación fiscal nocivas”.

Actualmente, la AFIP tiene bajo la lupa 40 operaciones de multinacionales cerealeras, reconocidas bodegas y laboratorios sospechados de subfacturar exportaciones. De esas transacciones cuenta con datos suministrados por las autoridades fiscales chinas. En el caso de las ventas externas de cereales, aceites y oleaginosas, las operaciones tienen como destino físico China, pero son subfacturadas a traders, intermediarios, radicados en jurisdicciones de baja o nula tributación o zonas francas que no agregan valor al producto. En ese mecanismo, los traders son quienes finalmente refacturan los envíos a su verdadero valor a los importadores chinos. El objetivo de esa planificación fiscal nociva es disminuir el pago de derechos aduaneros y el Impuesto a las Ganancias.

Asimismo, la AFIP está investigando casos de empresas que sobrefacturan hasta 20 por ciento sus importaciones desde China, fundamentalmente de maquinaria y herramientas, para incrementar en forma ficticia sus deducciones del Impuesto a las Ganancias. “Las bases del acuerdo aduanero, sumado al tributario, permitirán atacar los esquemas fiscales desleales que erosionan la base imponible de impuestos y el pago de aranceles aduaneros de manera global”, afirmó Echegaray.

Otro mecanismo de elusión fiscal bajo estudio de la autoridad fiscal es la subfacturación de importaciones en los sectores textil, resinas, equipos de audio y video. En esos casos, el organismo verificó la reducción indebida del pago de IVA y derechos aduaneros correspondientes al momento de ingresar al país. Este último tipo de operaciones es denunciado por los mismos empresarios del sector porque les genera competencia desleal.

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