Si los directivos de la Sociedad Rural (SRA) siguen sin darse por enterados del juicio laboral de Marta Trípodi en su contra, serán conducidos por la fuerza pública a la audiencia prevista para hoy. El ex presidente de la emblemática entidad del campo Hugo Luis Biolcati y los demás mencionados en esta causa por maltrato laboral y discriminación ignoraron las anteriores citaciones judiciales, por lo cual el juez de Trabajo Julio Grisolía hará que comparezcan acompañados por la policía, en caso de no hacerlo por sus propios medios. En base a la prueba aportada se desprende que Biolcati estaría muy comprometido porque evidencia que avaló la decisión de haberle quitado todo tipo de tareas a Trípodi para justificar no aumentarle el sueldo, que se cansara y se fuera.

Así lo explicó a Página/12 Myriam Bregman, abogada de la demandante, quien agregó que “en los correos electrónicos que aportamos queda claro que el ex mandamás de la SRA estaba al tanto de la situación, le respondió con evasivas y nunca le solucionó el reclamo, lo que demuestra que era una deliberada política de la institución” lo que sucedía con la empleada. “En oportunidad del casamiento de su hija en Inglaterra, Biolcati repartió las participaciones de la boda entre todos los empleados. Marta, asombrada, la recibió, pero sabiendo que con los magros sueldos que allí se perciben no podrían asistir a ese evento. Biolcati aprovechó la oportunidad para decirle que ‘no le aumentaban el sueldo porque no trabajaba’, cuando precisamente lo que ella denunciaba es que le habían quitado las tareas para que se sintiera mal y abandonara su trabajo”, describió Bregman.

El expediente ya suma varios cuerpos y podría convertirse en una caja de Pandora porque, además de los hechos denunciados por Trípodi, publicados en julio por Página/12, habría constancias de que en la sede central de la Rural, en Florida 460, hubo pagos en negro, amedrentamiento a testigos y otros casos de trabajadores que dicen haber sido acosados y discriminados. Además, también surge que en la SRA no hubo actividad gremial hasta 2009. Trípodi inició la demanda por haber sido marginada de aumentos salariales y haber padecido sucesivos episodios de mobbing (acoso laboral). La mujer y sus abogados presentaron en el Juzgado Laboral 66 los certificados médicos en los que le diagnosticaron trastornos psiquiátricos derivados de “estrés laboral crónico”. Uno de los testigos declaró que en el último período en que trabajó en la Rural sólo la veía leyendo el diario y tomando café. “(Biolcati) Me bicicletea para no darme tareas y colocarme en una situación insoportable, me daba vergüenza que todos me vieran todo el día sin hacer nada, abandonada en una silla”, dice Trípodi. Por otra parte, otros testigos admitieron que en la SRA se pagan “premios” en negro a algunas personas elegidas por los directivos y que se trata de un procedimiento que se realiza luego de cada exposición ganadera. Y uno de ellos describió el procedimiento de esos pagos “no registrados”. De estos testimonios también surge que en la centenaria institución no hubo representación gremial hasta hace tres años.

El martes 9 de octubre una de las testigos declaró que fue despedida “haciéndole una cama al acusarla de haber robado dinero”, y otra contó, entre lágrimas, que le habían hecho lo mismo que a la demandante, es decir malos tratos y quite de tareas, y que por eso decidió renunciar.

Trípodi había ingresado a la Sociedad Rural en 1982, y luego de pasar por diferentes sectores llegó a la secretaría de la presidencia. En 2001 la entidad hizo ajustes salariales y ella fue reprendida por quejarse ante este hecho. Comenzó a recibir por parte de sus jefes una serie de comentarios sobre su profesión tales como “¿psicóloga? ¿No serás zurdita vos?”. Al exigir una mejora salarial que consiguieron sus compañeros fue cuando Biolcati le dijo que “no le aumentaban el sueldo porque no trabajaba”. Así decidió entonces hacerles juicio a sus patrones.