La desocupación cerró el año pasado en el 6,9 por ciento, dos décimas por encima del nivel de 2011, informó ayer el Indec. La subocupación demandante, categoría que agrupa a los empleados que necesitan trabajar más, avanzó de 5,9 a 6,4 por ciento, de modo que algo menos del uno por ciento de la población económicamente activa empeoró su condición laboral en un año de desaceleración económica. Sin embargo, eso se conjugó con un aumento de la población con empleo. El cruce de los datos implica que nuevos trabajadores antes inactivos están ahora buscando trabajo. El peor desempeño en términos laborales tuvo lugar en los centros urbanos más poblados, en especial, en la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Rosario. En el Gran Buenos Aires, el resultado fue un poco más positivo.

En 2012, la actividad económica creció 1,9 por ciento según el Indec. Se trata de una fuerte desaceleración frente a los valores de 2011, cuando la suba fue de 8,8 por ciento, y de 2010, que registró un avance de 9,1 por ciento. La industria manufacturera, muy relevante en términos de empleo, tuvo en 2012 un desempeño peor que el promedio de la economía, ya que cayó 1,2 por ciento. En tanto, la construcción, actividad intensiva en mano de obra, bajó 3,2 por ciento. Esta situación determinó que subiera el desempleo en 2012. Junto con 2009, en pleno estallido de la crisis internacional, es la segunda vez desde 2003 que avanza la desocupación.

El dato de finales de año en comparación con el tercer trimestre muestra una caída del desempleo, de 7,6 a 6,9 por ciento, pero esa comparación no toma en cuenta la estacionalidad de muchas actividades económicas. Por eso, para evaluar la marcha del mercado de trabajo, resulta útil la medición anual. En los 31 aglomerados urbanos que releva el Indec, la población ocupada creció en un año en 137 mil empleos. Sin embargo, al mismo tiempo, 25 mil trabajadores quedaron desocupados, lo que muestra que personas que antes estaban inactivas comenzaron a buscar empleo durante el año.

Parte de ese fenómeno puede estar vinculado con el deterioro de las condiciones laborales de los ocupados. El Indec detalla que la subocupación demandante avanzó en el año de 5,9 a 6,4 por ciento de la población económicamente activa. En particular, se registraron subas importantes en el Gran Buenos Aires, Córdoba, Paraná, Rosario y Río Cuarto. Muchas empresas, por la caída de las exportaciones y la desaceleración de las ventas al mercado interno, junto a inconvenientes para adquirir insumos y equipos desde el exterior, suspendieron turnos y redujeron horas extra. Por otro lado, según datos del Ministerio de Trabajo, en los primeros nueves meses del año el nivel de trabajo no registrado aumentó hasta 36,5 por ciento, 1,2 punto por encima del año pasado. Este combo pudo haber impulsado que otros miembros del grupo familiar, antes inactivos, tuvieran que salir a buscar trabajo.

En el desagregado por regiones, el mejor resultado laboral estuvo en la Patagonia, donde creció el empleo y bajó el desempleo. En el Gran Buenos Aires también subió el empleo, pero la desocupación se mantuvo estable. En cambio, la región de Cuyo mostró una caída en el empleo junto a una suba de la desocupación, que también creció en la Región Pampeana, aunque allí el empleo estuvo estable. En el Noroeste, en tanto, bajó el empleo y se mantuvo la desocupación. En términos agregados, la tendencia al crecimiento del empleo junto a la desocupación se reflejó en los núcleos urbanos más poblados. Los aglomerados de más de 500 mil habitantes mostraron un crecimiento de 0,2 y 0,3 punto porcentual en el empleo y desempleo, respectivamente. En tanto, en los de menos de 500 mil habitantes, el empleo permaneció estable y la desocupación bajó 0,6.

La desocupación creció en los principales núcleos urbanos del país. En la ciudad de Buenos Aires, la suba fue de 1,6 punto porcentual, al igual que en Gran Córdoba. La diferencia fue que en CABA cayó el empleo, es decir que se destruyeron puestos. En Mar del Plata-Batán, el avance de la desocupación fue de 1,8. También subió la desocupación por encima de la media en Santa Fe, Rosario y San Juan. La ciudad con desempleo más alto fue Mar del Plata, con el 9,5 por ciento, seguido por Rosario y el Gran Buenos Aires. Según los cálculos del Gobierno, la evolución del empleo registrado comenzó una etapa de contracción moderada a fines de 2011 que duró hasta agosto. En septiembre, el escenario comenzó a estabilizarse y en los últimos meses de 2012 hubo signos de recuperación.