El ministro de Industria de Uruguay, Sergio Abreu, se manifestó partidario de degradar el Mercosur a una zona de libre comercio, en lugar de intentar consolidarla como Unión Aduanera. En la misma jornada, el canciller de ese país, Didier Operetti, alabó otros modelos de integración regional, como la Aladi o el celebrado por la comunidad andina, sugiriendo que existen otras formas mejores de integración regional.
Según Abreu no hay razón para que el bloque regional siga operando como una unión aduanera, ya que existen grandes disparidades arancelarias y macroeconómicas. “La puñalada al Mercosur la dio Brasil cuando modificó su tipo de cambio”, opinó el funcionario uruguayo, para quien la devaluación del real fue el certificado de muerte para la versión más firme del Mercado Común del Sur.
Abreu también recriminó a sus socios del bloque haber otorgado a Chile más prerrogativas en varias materias, en muchos casos denegadas a Uruguay, y haber permitido que Brasil desarrollara una política para captar inversiones que fomenta el desvío de capitales hacia esa Nación.
“Uruguay va del brazo de sus socios, pero corre el riesgo de perderlo”, exageró el ministro del país vecino en alusión a los presuntos perjuicios que el Mercosur podría ocasionar a la economía uruguaya.